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Interés General
La adicción invisible se cobra cada vez más víctimas
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Viernes, 29 de agosto de 2014

(29-8-14): Se trata de un trastorno que está aumentando su incidencia, en especial entre estudiantes universitarios. Las mujeres universitarias pasan un promedio de 10 horas por día utilizando sus teléfonos celulares mientras que los varones le dedican cerca de ocho, y el uso excesivo implica un riesgo potencial para su desempeño académico, según un estudio realizado por investigadores de Baylor University, en Estados Unidos, que fue publicado en “Journal of Behavioral Addictions”.

“Es sorprentente. A medida que aumentan las funciones de los teléfonos celulares, las adicciones a este aparentemente indispensable objeto de la tecnología se vuelve una posibilidad cada vez más real”, afirma el doctor James Roberts, profesor de Marketing de la Escuela de Negocios de la Universidad Baylor.

El estudio revela que cerca del 60% de los estudiantes universitarios admite que podría ser adicto a su teléfono celular, y algunos indicaron que se agitan cuando no tienen el dispositivo a la vista, comentó Roberts, autor principal del estudio “La adicción invisible: las actividades del teléfono celular y la adicción entre estudiantes universitarios mujeres y varones”.

Para realizar el trabajo el experto se basó en una encuesta a 164 estudiantes universitarios, en la que se preguntó sobre 24 actividades vinculadas con el teléfono celular. Los resultados mostraron que el tiempo dedicado a 11 de esas actividades difería de manera significativa entre ambos sexos. Según el investigador, algunas funciones, como Pinterest e Instagram, representan una asociación marcada con la adicción al teléfono celular. Pero otras que lógicamente podrían parecer adictivas, como el uso de internet y los juegos, no lo fueron.

Entre los hallazgos principales del estudio, se puede mencionar que:

Entre las principales actividades, la mayoría de los encuestados dijo pasar la mayor parte del tiempo enviando mensajes (un promedio de 94,6 minutos por día), seguido por el envío de mails (48,5 minutos), chequeando Facebook (38,6 minutos), navegando por internet (34,4 minutos) y escuchando música (26,9 minutos).

Los varones envían casi la misma cantidad de mails que las mujeres pero le dedican menos tiempo a cada envío. “Esto puede sugerir que envían mensajes más cortos y útiles que sus pares femeninas”, apuntó Roberts.

Las mujeres pasaron más tiempo utilizando su teléfono celular. Mientras los hallazgos van en dirección contraria a la visión tradicional que indica que los hombres están más interesados por la tecnología, “las mujeres pueden ser más propensas a utilizar el teléfono celular por razones sociales, tales como enviar mensajes o mails para construir relaciones o tener conversaciones más profundas”, sugirió el autor del trabajo.

Los hombres que participaron del estudio, si bien estuvieron más ocupados en usar sus teléfonos celulares por motivos utilitarios o con fines de entretenimiento, “no son inmunes al atractivo de las redes sociales”, aseguró Roberts. De hecho, dedican tiempo a visitar sitios tales como Facebook, Instagram y Twitter. Entre las razones por las que usan Twitter, mencionaron el seguir a figuras del deporte, estar actualizados con las noticias, “o -como lo describió un estudiante- por dedicarle tiempo muerto”, comentó el investigador.

RIESGOS

SegúnRoberts, el uso excesivo de los teléfonos celulares implica una serie de posibles riesgos para los estudiantes. “Los teléfonos celulares pueden servir como un mecanismo de escape de sus clases. Para otros, los teléfonos celulares en clase pueden brindarles una forma de copiarse”, sugirió.

El uso excesivo u obsesivo del celular también puede causar conflictos dentro y fuera de la clase: con los profesores, empleados y familiares. “Algunas personas incluso usan el celular para salir de una situación embarazosa: fingen atender una llamada, enviar un mensaje o chequear el teléfono”, describió el profesor.

El autor del trabajo hizo hincapié en que esta nueva encuesta es más extensa que otros estudios anteriores, al medir el número y tipo de actividades que se realizan con el teléfono celular. Además, es la primera en investigar qué actividades estuvieron asociadas de forma significativa con la adicción al celular y cuáles no.

El estudio halló que el uso del teléfono celular moderno es una paradoja que puede ser “liberador y esclavizante” al mismo tiempo.

“Necesitamos identificar las actividades que hacen que el celular pase de ser una herramienta útil a una que atenta contra nuestro bienestar y el de otros”, resume Roberts.


Viernes, 29 de agosto de 2014

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