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Política
EL PJ manejó los tiempos e impuso sus criterios
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Domingo, 28 de septiembre de 2014

Corrientes (28-9-14): Colombi se equivocó. Primero dejó sin efecto el acuerdo logrado por sus propios senadores cuando se votó el Presupuesto el año anterior. Pretendió imponer el destino del punto extra acordado y lo hizo apelando a la vía de un decreto, cuya legalidad fue resistida por cinco comunas peronistas. En el medio de la disputa irrumpió el Presidente del Superior, que abrió una instancia de conciliación mediando entre las partes. Ricardo, empeñado en seguir adelante, instruyó a sus senadores para que avancen con una solución legislativa a través de un proyecto, derogando el decreto y fijando por ley el destino del punto extra. El peronismo se plantó. Pidió al Tribunal que habilite una cautelar mientras se seguía sustanciando la cuestión de fondo y ante la negativa del Gobierno, a plasmar en un acta la intención de devolver lo ya retenido reanudando el goteo, llegó al recinto con la decisión de votar en contra.

En ese marco, desde el Superior se dio una clara señal al Gobierno. O se allanaba a devolver los fondos, suscribiendo un acta compromiso, o el Tribunal resolvía sin más a favor de la petición de los intendentes. Jaqueado por la realidad, Colombi plantó bandera. Luego de una ardua resistencia que mantuvo hasta el mediodía, finalmente a media tarde, luego de la sesión del Senado y del ultimátum del Superior, terminó por aceptar la firma del acta que puso fin al conflicto. Aunque fiel a su estilo, se despachó con fuertes improperios que salpicaron al Tribunal y dejaron dudas de los destinatarios del mensaje, cuando habló de personajes extraños a la Justicia que siguieron desde algunas oficinas el trámite de las actuaciones judiciales. Una semana movida en la que quedó de manifiesto que, el justicialismo y el Gobierno, no reanudarán el diálogo político. Este primer round lo perdió por knockout Colombi.

Algo está claro y es que Colombi no pudo sostener una decisión teñida de arbitrariedad con la cual quiso doblegar al justicialismo, pero -a la vez- poner en situación más que difícil a la cúpula tribunalicia que, en la opción de quedar expuesta al papelón mayúsculo de convalidar que un decreto prevalece por sobre una ley, sacó de la galera el instituto de la Mediación mediante el cual tendió una alfombra dorada para que el Gobierno provincial encuentre una salida a la encerrona a la que -por capricho y obstinación- había llegado.

Los llamados "Tres Mosqueteros" -una vez más- cerraron filas y convalidaron la iniciativa de Guillermo Semhan, de crear un ámbito de diálogo y conciliación del cual pueda surgir una decisión que ponga fin a la controversia que -de persistir- necesariamente iba a ser resuelta en forma contraria a los intereses de la gestión ricardista.

Colombi no vio la jugada y prefirió redoblar la apuesta, acaso ignorando los límites que impone el sistema en un Estado de Derecho. El justicialismo pareció ser más inteligente. Convalidó el ámbito de diálogo. Se allanó a todas las formalidades impuestas por la mediación y dio muestras de tener disposición a una salida consensuada, realista e inteligente, aun cuando tenía la convicción de que -en la precisa- Colombi no podría con su genio y no daría luz verde a sus negociadores.

Con este gesto pejotista que percibieron los jueces, y con la instalación que el proceso mediatorio tuvo en la opinión pública, media pelea estaba ganada. El resto lo hizo el propio Colombi, que al tensar la cuerda más de lo conveniente terminó obligando al Superior a tomar "el toro por las astas".

Entraba ya en juego un elemental principio de autoridad que le cabe a la Justicia en un Estado de Derecho, en el que el equilibrio de los poderes es fundamental para asegurar la convivencia republicana.

El jueves -antes de ingresar al Palacio Legislativo- la senadora Carolina Martínez Llano refirmó las declaraciones realizadas a este diario en la edición del mismo día. Destacó que el justicialismo votaría en contra de la ley propiciada por el radicalismo si a la hora de inicio de la sesión no se hubiese logrado un acuerdo integral que, claro está, suponía la firma del acta mediatoria en el ámbito del Superior Tribunal de Justicia.

Esta firma no se dio. El Gobierno buscó ganar tiempo,
llegando a la hora de la sesión del Senado sin asumir compromisos. Pretendió que el justicialismo convalide -con su voto- la redacción del proyecto, lo que no lo logró por cuanto la bancada de senadores apuntó a dejar en soledad a la UCR en la elaboración de un proyecto de controvertida validez, insuficiente -además- para poner fin al conflicto sin antes restituir los fondos ilegalmente retenidos.

Simultáneamente, pasado el mediodía, luego de frustrada la firma en el acuerdo mediatorio, la cúpula tribunalicia cerró filas en la decisión de dar por concluida la tarea con un mensaje inequívoco al corazón del Gobierno en el que quedaba de manifiesto que la negativa de éste abría la instancia de una decisión respecto a la cautelar pedida por las cinco comunas afectadas.


Domingo, 28 de septiembre de 2014

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