(22-4-15): En la Casa de Gobierno correntina ya resuenan con más estridencia los roces de la interna ministerial por la sucesión. Es que son tres los nombres que quieren la bendición patriarcal del "abuelo" Ricardo. Como en El Padrino, Colombi dejará en herencia su sillón a alguien que logre ponerse por encima de los demás y sea fiel al entramado de intereses económicos tejidos en más de 15 años de gobierno radical. Supervivencia de los cordobeses que aùn siguen en la provincia, mantención del status quo de las empresas ligadas al gobierno (en Salud, Educación y Obras Públicas), y por sobre todas las cosas, un radicalismo que lidere rodeado de socios en el poder: populares, elitistas y proyectistas. El Tercer frente comienza a quitar el sueño al gobernador.

Enrique Vaz Torres, Carlos Vignolo y Eduardo Vischi son los hombres más comprometidos con el "modelo" que dejará Ricardo. Mientras sigue repitiendo que no irá por la re reelección, está seguro que deberá controlar las ansias y apetencias de sus, ahora, subordinados. El café frío comienza a dejar de echar humo y se irá enfriando lentamente, sobre todo después del 5 de julio.

Si bien se dice que saldrá fortalecido frente a un Frente para la Victoria diezmado y fracturado, Ricardo sabe que tiene dos frentes que cuidar, el interno y el externo.
El interno de las Tres V (Vaz Torres, Vignolo y Vischi) es sordido aún. El externo sabe que es incontrolable.

El Partido Nuevo que tuvo sus votos diluidos tras Nora Nazar en una boleta que compartió en ECO, ahora va por blanquearlos con boleta y candidatos propios, pero a los que intentará sumar a autonomistas, liberales y a demás descontentos con el FPV, como FORJA, conservadores populares, y peronistas disidentes con todos. Hasta Nito Artaza puede traccionar votos radicales.

Ese tercer frente comenzó a quitarle el sueño al gobernador, y sabe que nada puede hacer porque una espada de Damocles pende sobre su debilitada justicia en la que siempre confió para frenar los ímpetus naranjas.

Ahora, luego de darle el mismo nivel de participación en la alianza electoral del 2013, esa justicia deberá dar un paso al costado para un reverdecer naranja.

Pero lo peor está por venir: después de las elecciones, con ese panorama de un plesbicito que le contará las costillas a su última gestión, se asoman los intereses verdaderos del poder.

Vaz Torres, que fue acumulando poder, y poder económico que no es menor, es el que se cree con más derecho a ser gobernador. Mostrándose más ricardista que cualquiera, saca pecho y desde la Dpec, su fracaso de la década perdida en Corrientes, trata de mostrar fortaleza y preeminencia sobre sus otros rivales. Lo que no tiene el virasoreño es llegada territorial, no poseee estructura propia en el radicalismo ni tampoco simpatía en los medios de comunicación, que si no fuera por el freno que le pone a la pauta publicitaria cuando se enoja con alguno, no tendría micrófono ni en la más ignota radio del interior.

Vignolo, del riñón y las tripas del colombismo cooperativista de la UNNE, fue y es parte de la columna vertebral de la estructura radical apoyado en Sergio Flinta, Orlando Macció y Norberto Ast, pilares y columnas adonde se cuelga y apoya. Tiene estructura, fidelidad al gobernador y su cercanía le trajo más de un encontronazo con el super ministro Vaz Torres.

Por detrás, sonando a veces, golpeando otras, y las más en silencio , Eduardo Vischi trata de hacer camino joven. Venido de una ciudad complicada y cosmopolita, con fuertes luchas políticas con el PJ, quiere asomar a la escena de candidaturas con algunos intendentes del interior. Se dice que Blanca Pintos, del foro de intendentes radicales, apuntala en sus colegas la idea.

Pero Vischi a pesar de su juventud sabe que debe esperar y pegar en los flancos de sus otros adversarios. Lo hace permanentemente en la Casa de Gobierno contra la estructura de Vignolo, al que respeta, pero que no deja que sus subordinados le quiten espacio.
Los tres mosqueteros del rey, se desconocerán en algún momento, o al mejor estilo radical esbozarán algún entendimiento de supervivencia que les permita suceder, cogobernar, bajo la atenta mirada de los mayores: Ricardo y Sergio.

La re re podrá haber sido un ensayo para mejorar posicionamientos, pero de lo que seguro fue es que se trata de la continuidad del modelo radical, que se tarduce en un de entramado de intereses económicos que se tejen desde empresarios ligados al poder desde el tiempo de los cordobeses. Negocios que no trascienden pero que están allí dando pingües ganancias a privados y algun que otro funcionario que los mantiene.
NORTE

Miércoles, 22 de abril de 2015