Bs. As. (30-4-15): La brecha que existe entre los precios que perciben los productores y aquellos que terminan pagando los consumidores en las góndolas o en el mostrador, llega hasta el 1.900%.


El caso más emblemático es el de la naranja, que cuesta $ 10 al público, mientras su productor recibe 50 centavos por kilo. En este caso, inciden con fuerza los motivos coyunturales, como el tipo de cambio poco competitivo más la devaluación de las monedas de los principales compradores, Rusia y Brasil. Sin embargo, la amplia brecha de los precios entre productores y consumidores, incluye, en mayor o menor medida, a buena parte de los productos de la canasta.

Por ejemplo, por un litro de leche que cuesta $ 13,5 en los comercios, el productor percibe $ 3,1. Un kilo de papas, por el que el productor cobra $ 1,20, llega a las verdulerías a $ 9,60. Y en el caso de las manzanas la brecha llega al 1.429%, según un relevamiento de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).

El problema pone en el tapete la incidencia de las materias primas en el precio final de los productos que, en los últimos dos años, disminuyó dos puntos y hoy se estima que es del 15% en la Argentina, contra el 25 % en Estados Unidos y 23% de Nueva Zelanda.

CRA hizo, con la Mesa de Enlace, un trabajo en el que relevó la brecha entre los precios que perciben los productores agropecuarios y los consumidores: los dos eslabones más perjudicados por la presión inflacionaria. Ese diferencial de precios, explica Juan Rey Kelly, economista de CRA, “se explica básicamente por el costo de los fletes, por la incidencia de los impuestos y por los gastos de la comercialización final”. El especialista añade que, en muchos casos, el Estado a través del IVA que pagan los alimentos, por ejemplo, embolsa más dinero que el que percibe el productor”.

En cuanto al impacto en el bolsillo de los consumidores, el analista de la consultora Focus Market Damián Di Pace, agrega: “Al generarse un oligopolio de la oferta, el consumidor termina pagando un precio más caro por el producto porque no hay mayor competencia en la intermediación comercial. Los abultados márgenes quedan en la intermediación minorista”.

Según el trabajo CRA, “los resultados de quebranto obtenidos por el productor y la falta de financiamiento ponen en riesgo la cadena de pagos y con ello el nivel de actividad económica en el interior del país”

Jueves, 30 de abril de 2015