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Interés General
Procesaron a nueve responsables de una firma forestal de por trata
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Martes, 17 de enero de 2017

Paso de los Libres (17-1-17): La Justicia Federal de Paso de los Libres, por primera vez -desde la sanción de la ley 26.364 en 2008- firmó un dictamen en etapa de investigación preparatoria al juicio oral en el marco de una de las causas que se tramitan en esa dependencia judicial por el delito de trata de personas con fines de explotación laboral y reducción a servidumbre.


En el expediente en cuestión, que se halla cada vez más cerca del juicio oral, son nueve los imputados, socios y encargados de una compañía dedicada a la explotación forestal de eucaliptus, que operaba en dos campos ubicados en un paraje cercano a la ciudad Paso de los Libres.

Uno de los predios rurales contaba con 21 empleados que eran sometidos a trabajar sin las condiciones mínimas de higiene y que eran obligados a dormir dentro de un colectivo abandonado. Además, 14 empleados no estaban registrados, con lo cual desarrollan la actividad sin cobertura social y sin aportes jubilatorios. La causa se inició el 8 de febrero de 2011, cuando la Sección Penal Tributaria de la División Jurídica, de la Dirección Regional Posadas de la DGI-Afip, puso la lupa sobre la finca en virtud de una denuncia formulada por el secretario general de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre), sección Paso de los Libres. El sindicato informó sobre la existencia de personal no declarado. Al día siguiente, funcionarios de la Afip junto con agentes de la Policía Federal, Delegación Paso de los Libres, arribaron al predio rural y realizaron el relevamiento requerido.

Se constató que en el lugar se encontraban 21 obreros prestando servicios de corte, poda, y/o raleo de eucaliptos, como también la de maquinistas. Los funcionarios constataron que la mayoría de las personas no se hallaban registradas. Además se verificó que las mismas vivían allí, en un colectivo viejo, cuyos asientos fueron reemplazados por colchones, sin luz, sin agua corriente y sin baños, almorzaban en un galpón, sin las condiciones mínimas de higiene y salubridad. Que la mayoría son obreros traídos del norte de la provincia de Misiones, que trabajaban, sin aportes ni obra social. Según reza el dictamen, “de las actas labradas por personal interviniente surgió que los trabajadores no firmaron contrato con la empresa y desconocen todo respecto de estatuto, autoridades, asamblea, etc. Que la jornada laboral es variada, realizan sus tareas en un promedio de 10 horas diarias aproximadamente, de lunes a sábado, otros lo hacen inclusive los domingos, teniendo en cuenta que cuanto más trabajan mayor cantidad de dinero ganarán”.

Además según el informe de relevamiento que tuvo en cuenta la jueza, los empleados carecían de elementos de protección personal necesarios para el tipo de actividades. “Al respecto de la normativa aplicable sobre seguridad, existen varias normas que regulan este tipo de trabajo y sus riesgos justamente por la particular situación que posee la actividad agropecuaria, especialmente el trabajo forestal, en donde las relaciones laborales dentro del sector poseen características únicas, muy diferentes al resto, y como tal, están encuadradas en una legislación distinta y expresamente excluidas del conjunto de normas que regulan la actividad laboral. Violan la ley del Régimen Nacional del Trabajo Agrario”, dice el fallo.

Los funcionarios a cargo del registro de la finca observaron que los trabajadores “tampoco poseían sillas ni mesas” y que al momento de realizar su descanso, “lo hacían apostados en la tierra, donde hacían un fogón para cocinar”. “(...) lo que le impactó en el procedimiento fueron las condiciones en las que estaban preparándose el alimento, sin agua potable, sin carnes refrigeradas, viendo la compareciente la carne tirada en una tabla a la intemperie llena de moscas; no tenían ningún elemento como para conservar los elementos a consumir, incluso hacía mucho calor, que el colectivo era una especie de dormitorio compartido para los hombres con una especie de cucheta, que en ese momento la compareciente sólo vio alrededor de diez personas pero el colectivo tenía más camas dando la impresión que estaban más personas compartiendo ese lugar; que los mismos estaban hacinados, sin luz, sin baño ni letrina. Que recuerda que uno de los masculinos a los que relevó le manifestó que se bañaban donde se bañaban los caballos y cuando había agua, porque a veces se secaba (...)”, dice parte del relevamiento. (Norte Ctes)


Martes, 17 de enero de 2017

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