Santo Tomé (18-12-18): Desde ya hace un tiempo a esta parte se hace cada vez más patente el enfrentamiento del actual Intendente, Mariano Garay, con su antecesor y mentor político, el actual senador Víctor Giraud, los últimos cambios en el gabinete, desalojando a funcionarios que venían desde la gestión anterior, profundizan una crisis anunciada y un virtual acercamiento del Intendente con el gobierno provincial al nombrar a dirigentes de partidos integrantes de ECO-Cambiemos. El integrante de la Liga de Intendentes peronistas que pretenden hacer un cambio radical dentro del partido de Perón le siguen haciendo el juego al tanden Colombi-Valdés, privilegiando la cuestión interna antes que una relación institucional municipio – provincia seria y manteniendo posiciones políticas concretas.


Ayer, lunes, el intendente Mariano Garay culminó de presentar a su nuevo gabinete, con varias incorporaciones, mostrando claramente el sesgo internista de las incorporaciones. El mandatario comunal acuciado por una situación política y financiera bastante complicada pretende con el alejamiento de su gabinete de funcionarios cercanos a su antecesor, Víctor Giraud, solucionar los problemas enquistados en su administración por evidentes cuestiones ajenas a lo partidario y si a la falta de cumplimiento de los compromisos del gobierno provincial y a la situación nacional.

Si bien la relación del mandatario con su gabinete debe ser de estricta confianza, también es cierto que existen parámetros de convivencia y respeto por los acuerdos asumidos, convivencia y acuerdos que claramente no se cumplieron, desde el permanente “ningunéo” a la Vice Intendente, Vivi Storti, esposa del senador Giraud, como el alejamiento del gabinete de aliados que conformaron la alianza que llevó a Garay a la intendencia, o de miembros de agrupaciones peronistas que hicieron un gran aporte de votos en la elección.

Luego de los cambios en el gabinete Garay anunció, en una clara advertencia, que todavía faltarían nuevos cambios en funcionarios de las segundas y terceras líneas, dando a entender que quienes pretenden seguir con sus trabajos deben mostrar una suerte de obediencia debida al intendente.

Estas medidas eminentemente derivadas de la interna peronista y los supuestos cambios de paradigma en la conducción partidaria que pretenden implementar algunos miembros de la decena de mandatarios que conforman esa suerte de Liga de Intendentes peronistas, que confluyen en evidentes contradicciones en su discurso puesto que proclaman, como todo el peronismo, que su límite es Macri, dejando de lado el hecho que para la mayoría del PJ Ricardo Colombi y Gustavo Valdés son también el límite, excusándose en el hecho que se debe mantener una relación cercana con el gobierno provincial para ayudar a sus respectivas comunas, cuando por cierto a la fecha los compromisos que asumió el gobierno provincial en poco y nada se cumplieron. La contradicción se da en el hecho de que si el límite es Macri, y si Colombi y Valdés apuntan a la reelección de Macri y proclaman su pertenencia a Cambiemos, claramente Valdés también es Macri. Cabe destacar que la postura de ambos hombres fuertes del radicalismo quedó evidenciada en los discursos descalificadores hacia el peronismo en oportunidad de la asunción de las nuevas autoridades de la UCR.

Cuando el país reclama, y el país también son nuestras comunas por cierto, un cambio de gobierno el año venidero, cuando todos los peronistas hablan de la necesidad de unirse, de hacer un gran frente opositor, para enfrentar a ECO-Cambiemos el año venidero, hay compañeros que todavía privilegian sus intereses políticos por sobre los de la comunidad. Sin dudas en política hay distintas visiones, lo que por cierto es saludable, pero es también una verdad que las posturas extremas son inconvenientes y solo se pueden zanjar mediante el diálogo, haciendo todos los esfuerzos para lograrlo. Muchas veces es necesario recordar frases de nuestros líderes y hoy aquello de que “CUANDO LA PATRIA ESTÁ EN PELIGRO SER PERONISTA ES UNA OBLIGACIÓN” tiene que estar más que presente.

Definitivamente los resultados de las actitudes y resoluciones tomadas por el mandatario comunal, con una clara intencionalidad partidaria, se verán durante el año electoral en donde claramente su acierto estará íntimamente ligado a los resultados electorales, pero antes de eso también el peronismo dirimirá su interna y si la misma se da con actitudes de revanchismo, el resultado final sería lamentable.

El enemigo es Macri y Ricardo Colombi, el adversario en Gustavo Valdés, no los compañeros, y la relación de los intendentes con el gobernador se debe dar en una situación de seriedad, responsabilidad e identidad partidaria, no de sumisión.

Con el correr de los días se verá el paulatino acercamiento de Garay a ECO, o no.


Martes, 18 de diciembre de 2018