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Coronavirus - Opinión
Pandemia. La Noche y el Juego, rubros polémicos
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Domingo, 15 de noviembre de 2020

Corrientes (15-11-20): Algunos intrépidos inversores, nuevos ricos, supieron (y saben) hacer de las suyas en plena pandemia. Antes también lo venían haciendo. Pero esta vez, la salud de los correntinos se puso en riesgo, debido a un negocio que convoca a miles y no ofrece ninguna seguridad contra el coronavirus. Un grupo de familias maneja el sector. Unos pocos bares y restaurantes acaparan la atracción. Siempre logran beneficios que otros siquiera se animan a solicitar en tan grave contexto socioeconómico. Ellos, sí.

Lo controversial del accionar de los inversores de la noche no se da sólo en pandemia. Aunque en este contexto, resulta necesario remarcar los riesgos que implicó una inexplicable flexibilización casi total en dicho rubro.

Desde que se habilitó la reapertura de bares, restaurantes y confiterías también se dio un impresionante crecimiento en el número de contagios. Mucha gente joven comenzó a ser parte de los casos positivos y a contagiar a su entorno familiar.

Acotar la capacidad de maniobra de estos locales no implica un perjuicio catastrófico para la economía provincial. Es que se debe tener en cuenta que es una docena de locales nocturnos la que presionó y logró abrirse, obligando al Municipio y a la Policía a reforzar los controles en los mismos, ante la peligrosa aglomeración de gente que se observó en dichos lugares.

Además de Goitia, que siempre está entreverado en polémicas con sus casinos, shopping y en construcciones flojas de papeles, hubo un surgimiento -producto del mal ejemplo- de nuevos "emprendedores de la noche", que ingresaron al mercado con las mismas malas costumbres de la vieja escuela instalada por el "Zar" del juego.

Párrafo aparte, el esfuerzo infrahumano que realiza el sistema de salud, médicos y enfermeros que día a día entregan lo mejor de sí y no pueden ver con agrado que puertas afuera haya "un viva la Pepa", que hace dejar el ánimo de quienes están en la primera línea de lucha, a los que se suma el personal policial, que muchas veces debe "bailar con la más fea".

Es necesario remarcar que estos empresarios referentes (no todos, sólo los nuevos ricos) del ocio y la gastronomía no representan un círculo virtuoso de desarrollo local. Ello se da en rubros como el industrial, con claros e importantes ejemplos en el Interior. Algunos se dan en Capital, como una droguería de primer nivel que se ubica por ruta 12 casi Maipú, así como un sinfín de Pymes que ofrecen servicios esenciales para la comunidad.

Sin embargo, los bares y los casinos lejos están de impactar en el sistema como un enclave desarrollista. Es más, en las salas de juego, por ejemplo, los dividendos son impresionantes, con apenas un resto devuelto al Estado, con el agravante de que funciona como una "aspiradora" en personas de bajos recursos. Una diferencia total con alguna panadería o carnicería. Ni qué hablar de un frigorífico o empresa forestal.

"LOS NUEVOS INVERSORES DE LA NOCHE"

Al igual que los negocios de Goitia, ocurre con los mencionados nuevos "inversores de la noche".

En la Capital correntina (obvio que hay parangones en el Interior), hay una decena de bares y restaurantes que congregó -y congrega- en plena pandemia a miles de personas.

En tanto, se pone la mira en las reuniones sociales y/o familiares, en un doble estándar que debe llamar a la reflexión tanto más a la vista de los resultados que nos han colocado como la Provincia más comprometida de la región, por sobre la propia Chaco.

No se trata de un rubro como las rotiserías, que son cientos, donde los hijos de vecinos hacen lo que pueden para subsistir. Ni de pequeños emprendedores de servicios de limpieza, asistencia técnica, entre otros.
Se trata de una actividad frágil a la hora de ser controlada. Tanto por los horarios en los que se da, así como en los enclenques controles vigentes sobre los ingresos y egresos dinerarios formales. Es por ello que muchos nuevos ricos ingresan al inframundo del esparcimiento para invertir.

Unos pocos

Repasemos. Son unas pocas familias adineradas (de la nueva y devaluada oligarquía del Taragüí) que decidieron involucrarse.
-Se conoce de una que es oriunda de Entre Ríos. Tras una pelea entre padre e hijo, cambió de nombre a sus locales. Uno se encuentra en la Costanera Norte y el otro en la zona del puerto.

-Después está el caso de un grupo familiar más excéntrico, cuya fortuna curiosamente surgió luego de que uno de los miembros resultara involucrado en la mega estafa de la Boston Continental.

De ese núcleo parental emanaron tres bares/restaurantes. Dos se ubican en la zona del ex zoológico capitalino. Y el restante, en la Costanera Sur, que además fue noticia por el vergonzoso y delictivo accionar de su propietario, quien fue encontrado infraganti por la Dpec, colgado de la luz. Aún no se supo qué avance administrativo judicial adquirió dicho episodio, acaso como si un pacto de silencio se hubiera tendido sobre el caso.

-Otra inversión alejada del bajo perfil la tienen dos hermanos que siempre se amañan para figurar mediáticamente o en las redes. Es más, uno de ellos hasta apareció en fotos del escandaloso hecho de la fiesta del banco de arena en pandemia.

Estos muchachos (que estuvieron involucrados en una investigación federal sobre lavado de activos en el año 2016) se amañaron para llamar la atención en pandemia. En principio, inaugurando un restó en la zona de "Poncho Verde", cuyas imágenes se viralizaron al no respetarse puertas adentro ninguna medida de prevención contra el coronavirus.

Luego, habilitando (también en cuarentena) un fastuoso galpón que hace poco debió ser clausurado por el Municipio, ante desmanes,
aglomeración de personas y ninguna precaución para evitar contagios. Es más, en las peleas de jóvenes ebrios sucedidas en la explanada del predio ribereño, pusieron en riesgo la salud de cabos de la Policía que intentaron frenar la horda de inadaptados.

-Después está el restaurante que supo tener sus años dorados, con una vista inigualable al Paraná, el cual se encuentra dentro de la cabecera de playa ocupada por el "Zar" del juego. Cuya concesión estaría a punto de ser revisada, la cual fue extendida durante la gestión municipal de Camau Espínola, que hasta permitió que se construyera un edificio en un lugar prohibido, avasallando impunemente las normativas vigentes.

Así, finaliza el recuento de lugares que en plenas semanas de contagios y muertes supieron facturar abarrotando gente, descuidando la salud de propios y extraños bajo la engañosa excusa de ser fuentes generadoras de trabajo. De la cantidad mencionada, las condiciones en las que realizan las actividades dejan mucho qué desear.

En fase 3

En el retroceso de fase, anunciada por el Gobernador el pasado jueves 12, estos intrépidos inversores supieron presionar para que no se les restringiera sobremanera la capacidad de maniobra. Algo que sí ocurrió con el sector del comercio, por ejemplo, que debió acotar su horario de atención de 9 a 17. Lo que provocó la queja de sus referentes consultados por EL LIBERTADOR, que en la edición de este sábado 14 aseguraron sentirse "discriminados". "Vamos a acompañar las medidas, pero nos parece una desigualdad total", manifestó Enrique Collantes, uno de los exponentes de las Pymes del rubro. "Hay desigualdad con respecto a otros rubros que podrán funcionar hasta la noche", remarcó.

Es que los empresarios que lograron dicha facilidad fueron los descritos anteriormente. Ellos sí pueden sostener su actividad hasta la medianoche, estando el ejemplo del casino como insignia de estas maniobras. También el shopping, del mismo dueño que el de las salas de juego, donde pudo obtener un "plus" (y no el que se cobra por cajero) en cuanto a extender su horario de atención en el patio de comidas hasta las 22. Para ello, justificó que tienen una terraza, la cual es diminuta, como para permitir que permanezca abierto todo el patio de comidas.

En definitiva, un grupo de personas (familiares) que supo manejarse en los últimos años y que siquiera la pandemia logró aplacar.

A Goitia, tuvo que ser la Justicia la encargada de frenar su avanzada con el paseo de compras playero. Encontraron a sus empleados intentando instalar los primeros mojones en la arena de la Arazaty. La aparición de la Defensora de Pobres y Ausentes Nº 2 impidió la arremetida sobre el espacio público.

Sólo queda esperar qué nueva polémica habrá en alguno de estos lugares. Siempre listos para algún triste capítulo de esta nueva historia correntina.


Domingo, 15 de noviembre de 2020

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