Por Daniel Caram
Nada más degradante que la inoperancia. Y más aún cuando esa dejadez golpea a los más necesitados. Como sea, y sin entrar en una especulación política evitable, el problema de la falta de viviendas en Corrientes, que originó la instalación de personas en predios desocupados, implica una irracional posición del señor estado, que debería velar por el cumplimiento estricto de los derechos de sus ciudadanos. O al menos intentarlo. Pero no. Por estas lides está de moda el siempre denostado ‘yo no fui’. Son frecuentes las discusiones, los epítetos fuertes, las acusaciones, las denuncias. Pero de soluciones: nada.

El montaje cineasta instrumentado en el allanamiento a una biblioteca barrial fue deplorable por donde se mire. El análisis crudo nos lleva a pensar si se actuó con la misma celeridad y eficacia cuando se mató gente, cuando se asaltó violentamente, cuando se atropelló la dignidad de los correntinos sin razón.

La insensatez absoluta, con todas las letras.

No quiero (ni debo) dar nombres de casos irresueltos que siguen golpeando la realidad social de Corrientes. Pero acá nos podemos encontrar con cualquier cosa, si hasta se anunció con bombos y platillos la detención de un violador consuetudinario que se movía en bicicleta. Nada hicieron para prevenir el aberrante hecho. Nada, como casi siempre.

En Corrientes el culpable es el otro, al menos para el Gobierno, con la política estatal de premiar la ineficacia que nos lleva a descreer cada día más en nuestras instituciones.

Nunca una autocrítica. Nunca un reto hacia dentro. Y menos un proyecto.

Y ahí está lo grave: en éstos días de tiroteos sin sentido, nunca se escucho una alternativa seria y concreta. Seria y concreta, repito, y no la presentación de proyectos legislativos que claramente buscan lesionar al contrario político de turno. Pongamos que expropien terrenos… a ésta altura puedo preguntarme con absoluta certeza profesional: ¿para qué, si no saben qué hacer?. Si el problema es el terreno, que no nos tomen por idiotas: hubieran construido casas en el mismo lugar donde hoy se levanta una inútil pista que dícese será un corsódromo.

Mientras el estado bobo duerme y no dice nada… La gente sigue sufriendo.

Viernes, 10 de agosto de 2012