En diversas oportunidades se lo acusa al intendente de Paso de los Libres, Eduardo Vischi, de tener una peronalidad mesiánica y narcicista y elaborando un estudio de estos trastornos de la personalidad queda al lector decidir si encuadra en las distintas características de los mismos.
Es interesante el estudio de las personalidades mesiánicas. Cómo emergen y cómo se pierden por su mismo mesianismo. Cómo actúan de manera tan predecible y cómo es de predecible su caída. Lo que los hizo subir, los hace bajar: todos se estrellan contra sí mismos.
El primer error es creerse infalibles. Piensan que pueden hacer cualquier cosa , que como los "dioses" están de su lado, todo les va a salir bien. Y esto es así con los "dioses" de cualquier panteón, da igual que sea Olimpo, Yoruba u otro.
El segundo error es creerse imprescindibles. Es la historia repetida hasta la saciedad de que nada funcionará si no están ellos, en el mejor estilo de Luis XV, "después de mí, el diluvio", que la mayoría de las veces es interpretada como la prefiguración de la Revolución Francesa que ocurrió quince años después de la muerte del rey, y no como lo que realmente fue, el manifiesto soberbio y ególatra de una personalidad mesiánica.
Dentro de este marco de conducta, los mesiánicos insisten en la necesidad imperiosa de permanecer para siempre en el poder. Por supuesto, esto viene soportado por una estructura de incondicionales y aduladores que saben sacarle provecho a su personalidad, y le dicen y repiten que él es el "único"… Con razón decían los chinos que una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad, incluso para quienes la inventan. Fue la estrategia que usó Goebbels para la propaganda del Tercer Reich.
El tercer error es no escuchar. El cuarto es no rectificar. El quinto es no medir consecuencias. Y la lista sigue y sigue. Cuando se conoce al mesianismo de uno, se conoce al mesianismo de todos.
TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD
Un trastorno de la personalidad es la manifestación de conductas desviadas de la norma y que afecta áreas del pensamiento, afectividad, funcionamiento interpersonal, o control de los impulsos. El Manual de Enfermedades Mentales (DSM IV) clasifica entre el grupo B a los trastornos de personalidad que se manifiestan por síntomas dramáticos emocionales, como el trastorno de la personalidad histriónica, consistente en emocionalidad excesiva y búsqueda de atención. El trastorno de personalidad narcisista, cuyos síntomas son la grandiosidad, necesidad de admiración y la falta de empatía. El trastorno de personalidad antisocial, caracterizado por el desprecio y violación de los derechos ajenos, y el borderline o trastorno de personalidad límite, con inestabilidad en las relaciones personales, la autoimagen y los afectos, además de la presencia de una impulsividad marcada.
TRASTORNO NARCISISTA
La personalidad mesiánica encuadra en el trastorno narcisista.
Las personas que lo padecen se caracterizan por presentar un desmedido sentido de la importancia personal, están convencidas de poseer características peculiares superiores a los demás. Continuamente se preocupan por fantasías de éxito, poder, brillantez, belleza o amor imaginario ilimitado, junto a una permanente necesidad de admiración y atención. A la vez presentan una autoestima sobredimensionada por la idealización con la cual se autoperciben, suelen ser muy sensibles a la crítica y presentan dificultad para tolerar frustraciones. Para estar a su lado, es necesario adularlos o se corre el riesgo de ser rechazados de su círculo .
Al dirigir sus afectos hacia ellos mismos,muestran una falta de interés en los sentimientos de los demás . Carecen de empatía y son pretenciosos. Sostienen que los demás sienten envidia de ellos , lo cual suele aislarlos aun más. El narcisismo no solamente tiene que ver con la belleza física de la persona, sino que existen narcisos por el ejercicio del poder , su participación en el mundo del arte o del espectáculo o por su intelecto. El narcisismo puede llevar a la megalomanía o al desarrollo de estados que colocan al individuo que lo sufre fuera de la realidad, como conductas paranoicas u otro tipo de trastornos psicóticos. La personalidad de tipo paranoide es un trastorno de personalidad que igualmente podemos correlacionar con el mesiánico.
PERSONALIDAD PARANOIDE
Existen personas que se vuelven tan suspicaces, que sus ideas paranoides afectan significativamente su trabajo y su vida. Se caracterizan por ser recelosas, hipersensibles, frías y reservadas. Son completamente desconfiadas, están constantemente alertas y conciben el mundo como un lugar amenazante. Tienden a confirmar sus expectativas aferrándose a cualquier partícula de evidencia que apoye sus sospechas, e ignoran o malinterpretan cualquier evidencia contraria. Son muy vigilantes y pueden buscar señales de amenaza. Las personas con personalidad paranoide no pueden abandonar estos miedos. Esperan que los otros las traicionen y dudan de la lealtad de todos.
La hipersensibilidad se refiere al hecho de que al estar hiperalertas, son capaces de detectar cualquier detalle y tomarlo como una ofensa, cuando realmente no habría ninguna intención en el hecho. Como resultado de esto, tienden a ser defensivos y conflictivos. Cuando la falta recae sobre ellos, son incapaces de reconocerla, ni siquiera admiten una leve crítica, aun cuando pueden llegar a ser muy ofensivos con los otros.
Aunque parezca lo contrario por el histrionismo que los caracteriza, los mesiánicos en el fondo son emocionalmente fríos. Son calculadores, manipuladores y evitan intimar con los otros. Se sienten orgullosos de su "objetividad" y "racionalidad".
Las personas con una visión paranoide de la vida rara vez acuden para recibir ayuda psicológica porque no está en su naturaleza buscar ayuda. Muchos funcionan públicamente en la sociedad. Buscan nichos sociales en donde sea aceptable un estilo moralista o punitivo, o que sea tolerado hasta cierto grado.
TRASTORNO DELIRANTE
Los profesionales de la salud mental hacen una diferencia entre el trastorno de personalidad paranoide, descrito anteriormente, y un desorden más severo conocido como trastorno delirante. La clave de esta perturbación es la presencia persistente de delirios. Son frecuentes en el trastorno delirante los delirios persecutorios, de grandiosidad y somáticos. Algunos individuos pueden presentar más de un delirio y esto se conoce como delirios mixtos.
LA MITOMANIA
Las personas mesiánicas tienden a mentir por cuanto necesitan crear su mundo irreal que les permita "salvar" a la humanidad que los rodea, y terminan asociándose con la mitomanía. Los mitómanos son mentirosos patológicos. Van de mentira en mentira, elaborando relatos y explicaciones que llegan a creerse ellos mismos. Son incapaces de reconocer el concepto de la mentira como irreal. Lo que a ellos les viene bien en cada momento es lo único válido, a veces elevado a dogma de fe, porque para ellos sólo existe una verdad absoluta: la suya. Se sienten por encima del bien y del mal. Poseen una mente flexible y suelen ser personas muy competitivas. Embaucan a las personas que viven en su entorno, quienes acaban siendo al tiempo cómplices y víctimas de sus engaños.
QUE HACER
Para curarse, el mesiánico necesita terapia psicológica y/o psiquiátrica, pero, como puede suponerse, es bastante difícil que estos pacientes piensen que necesitan ayuda. Así, cuando la comunicación por medio de la mentira, el histrionismo, la paranoia, el narcisismo, el borderline y los delirios llegan a formar parte de los hábitos personales, puede, en casos graves, provocar una escisión de la personalidad que conduciría a un grado de psicosis (locura), en la que se confundiría la fantasía con la realidad.
Martes, 20 de noviembre de 2012