Por Carlos Pérego
Los hechos sucedidos en los últimos días, donde grupos de irascibles atacaron a periodistas que cubrían la marcha del 18 A, siendo los únicos incidentes provocados en esa válida manifestación popular llena de consignas antidemocráticas y totalmente descolgadas de la realidad, el llamado desequilibrado de Lilita Carrió a impedir la votación, de leyes que hacen a la democratización de la justicia, en el congreso nacional del día de hoy, siendo un claro acto de sedición, ahora se suman las declaraciones del rabino Sergio Bergman, de visita en Corrientes, donde minimiza el acto del sufragio y llama a “usar herramientas de máxima, como lo hicieron nuestros abuelos”, lo que se puede entender como un claro llamado a los golpes militares de otrora, marcan claramente el espíritu antidemocrático de los exponentes de la oposición, más preocupada en retroceder el reloj de la historia que de encontrar soluciones para los problemas que dicen que existen en la Argentina.
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Luego de la marcha del 18 A convocada por la oposición política y los grupos hegemónicos liderados por Clarín y la Nación, en donde mayoritariamente se expusieron consignas profundamente antidemocráticas pretendiendo quebrar el orden institucional, se llegó al colmo con el llamado de la Diputada Carrió a la ciudadanía para que se impida la votación del día de hoy, un claro llamamiento a tomar el congreso e impedir el ejercicio democrático de la legislatura nacional, un evidente acto de sedición que determinó que se la denunciara por este delito y que mereció el más amplio repudio de toda la clase política, inclusive los partidos de la oposición.

La llegada del Rabino Sergio Bergman, legislador porteño del PRO, a la capital correntina en donde acompañado por dirigentes radicales y “verdaderos peronistas”, como el senador Gustavo Canteros, quien sirvió de anfitrión, en donde en una conferencia de prensa expresó diversas consignas de neto corte antidemocrático, justificando hasta los golpes de estado, ante lo inminente aprobación de las leyes que democratizarán la justicia.

Al advertir que “estamos al borde de perder libertades, estamos en la línea roja a punto de perder la independencia del Poder Judicial porque no tuvimos la capacidad de articular una estrategia parlamentaria para evitar este avasallamiento”, no hace más que plantear la incongruencia e incapacidad que llevó a la desarticulación parlamentaria de la oposición y buscar solo en la violencia verbal, dialéctica y hasta física las armas para defender su posición.

Al reconocer que no hicieron lo suficiente para impedir la creación de lo que llamó “un medio hegemónico con la plata de todos para bajar línea a todos nosotros” en clara alusión a la TV y las Radios Públicas, evitando hablar sobre la fuerte concentración de medios de comunicación por parte del grupo Clarín, que evidentemente se formó con los dineros, esfuerzos y la sangre de los argentinos, apoyados por los eternos vende patria y que hoy pretenden seguir apoyando a dichos grupos, deja en claro sus vinculaciones con dichos grupos, como lo pone de manifiesto al expresarar que “eso nos pasó porque nadie quería (al tratarse la Ley de Medios) defender a Clarín, yo tampoco, pero debimos tomar conciencia de que primero había que defender la libertad de expresión sin miedo a que nos acusaran de que el Grupo Clarín nos compró…”.

Ahondando más en su profundo pensamiento antidemocrático minimiza el acto del sufragio y hace un llamamiento velado a recrear los tiempos pasados más oscuros de nuestra historia diciendo que “debemos tomar conciencia de que el voto es la mínima expresión de la democracia, pero que es hora de usar herramientas de máxima, para como hicieron nuestros abuelos hacer algo para que nuestros hijos y nietos vivan mejor”, esa denostación del acto del voto demuestra cabalmente la profunda raigambre golpista que el Rabino Bergman pretende imponer haciendo uso y abuso del manejo de las palabras, las cuales usa hábilmente.

“Por eso no hay que confundir la democracia con la república, la democracia es la manera en que elegimos la voz del pueblo en lo mínimo imponible, pero votar es la mínima expresión, no es el máximo horizonte, con el voto nosotros elegimos pero aquellos que tienen la legalidad de las primeras minorías no pueden cometer la ilegitimidad de dejar que las mayorías gobiernen como quieran”, añadió dejando en claro el perjuicio evidente de su intención de torcer la voluntad popular, voluntad que solo por medio del sufragio se puede cambiar, pero para el exponente más claro de la derecha más rancia de la Argentina, dicha voluntad se puede claramente subvertir bajo el argumento que no son las mayorías las que gobiernan, sino que deben ser las minorías, siendo que la única forma de subvertir el orden constitucional y el sistema democrático siempre fueron los golpes cívicos militares, a los cuales evidentemente Bergman, Macri, Carrió, y otros avalaron en su acción y en su esencia, esencia que hoy pretenden volver a revalorizar.

Lo más lamentable de toda esta diatriba de neto corte golpista y destituyente es que quien secundaba a Sergio Bergman en su charla era quien se cataloga como un “verdadero peronista” el Senador Gustavo Canteros, actual aliado del gobierno conservador que gobierna Corrientes y que claramente olvidó los conceptos básicos y las banderas que nos legara el Gral. Perón y Evita, que hoy son levantadas por Cristina Fernández y defendidas justamente por quienes fueron las víctimas de las premisas políticas que enarboló Bergman y apoyadas hoy por el propio Canteros.

Estas actitudes claramente demuestran que son antidemocráticos y no se ocupan de disimularlo, una actitud de la más grande desfachatez e hipocresía en personas que son representantes del pueblo y que fueron electos por votación popular, acto que hoy minimizan.
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Miércoles, 24 de abril de 2013