Paso de los Libres (17/03/2014): Ya pasó un año y varios días y la situación sigue siendo la misma. Ni él ni su hija Jennifer pueden reunirse con Daniel y Analiz, mientras la justicia juega de espectadora en una causa plagada de situaciones que rozan lo irregular y distan considerablemente de los conceptos de sentido común. La justicia local tiene un grave problema y hoy le toca sufrir las consecuencias a un padre que ya descree de los funcionarios que deberían impartirla de igual modo para todos.
No era de esperarse que pasara tanto tiempo y que siga pasando. Cualquiera podría suponer que de existir buena voluntad, las cosas se resolverían rápido, más si se tiene en cuenta que los principales damnificados por tanta demora e incertidumbre son tres menores, tres hermanos que están impedidos de contactarse debido a una diferencia entre los padres de dos de los menores… diferencias que llegaron a la justicia y allí duermen “el sueño de los justos”, esperando que la iluminación alcance a los funcionarios judiciales y de ese modo se ponga fin a una historia controvertida y sin dudas injusta para todos los que están alrededor.
En el mes de septiembre del año pasado se realizó una conferencia que fue presidida por el Dr. Daniel Jaime Igolnikov, un profesional del derecho que conoce este tipo de situaciones debido a que él mismo fue protagonista de un divorcio conflictivo que devino en la imposibilidad de tener contacto con sus hijos.
Aquella charla fue muy ilustrativa y en la misma el profesional y otras personas que pasan por situaciones similares explicaron el doloroso proceso que pasan los mayores, pero centraron la cuestión en el irreparable daño que sufren los niños que quedan involucrados en este tipo de disputas.
En esa oportunidad, y como ya lo informáramos a través de este medio, a través de la participación de representantes del Brasil había quedado abierta la posibilidad de que ese país intervenga, teniendo en cuenta la nacionalidad de los dos menores, posibilidad que continúa latente, más cuando sigue pasando el tiempo y la justicia local sigue sin velar por el bienestar de los mismos, pero sin dudas que ese no es el centro de la cuestión.
Por un lado tenemos a Daniel Peralta, quien encara una lucha que se hizo pública y que tiene adeptos y detractores, que es silenciosa en su mayoría, expresándose a través de su cuenta de facebook, cambiando diariamente el cartel que dice la cantidad de días que hace que no ve a sus hijos, cuidando los carteles de apoyo que de un tiempo a esta parte han dejado las compañeras de su hijo “Jeni” que vive con él y esperando a una justicia con la cual está abiertamente enojado y de la cual, seguramente, deberá recibir las explicaciones del caso, de por que las declaraciones de incompetencia, de por que los cambios de criterios, de por que las determinaciones sin pruebas concluyentes y por que ante las pruebas la no rectificación de esas determinaciones… un tipo que sigue aferrado a la fe, que va de seguido al santuario del Gauchito Gil a pedir por la resolución de a causa… Hoy la causa judicial sigue en Santo Tomé, lejos de donde suceden las cosas y la esperanza de una justicia que actúa con celeridad se fue terminando de a poco. La justicia de Corrientes, pero fundamentalmente de esta parte de la provincia se ha ganado con creces y la sigue abonando, una oscura fama… hoy a todos, de acuerdo o no con cualquiera de las partes, nos debe surgir un interrogante. ¿Qué le pasa a la justicia? ¿a qué le teme, por qué no acúa? ¿Cuál o cuales son los intereses que valen hoy por hoy en esta u otras causas similares? ¿Es acaso ésta la afirmación o la confirmación de que la justicia está corrupta y que ya no se puede confiar más en la misma?
Por el bien de la sociedad las cosas deben cambiar, no por un solo caso, que necesita de una urgente resolución sin espacio a las dudas, sí por la confianza que la misma sociedad debería tenerle a un sistema en el que poco a poco nadie cree y se sigue desacreditando por la fuerza de sus errores y por la negligencia de funcionarios que a la hora de impartir justicia hacen pesar cuestiones personales, de género o de preferencia antes que los derechos de los ciudadanos y más aún en este caso, que los derechos que están siendo vulnerados por la propia justicia son los de los niños, derechos aprobados en una convención internacional y que tienen plena vigencia.
Como dato anecdótico, en los días que se cumplía un año de esta separación, muchas personas se dirigían a los medios para consultar los motivos de un gran movimiento policial frente a sede judicial y trascendió que se había armado un gran escándalo a causa de que un menor de edad, cuyos padres se encuentran separados, había venido a Paso de los Libres a pasar un par de días con su padre y debía luego volver a Rosario, donde radica su madre. El niño se negaba a separarse de su progenitor y en ese contexto expresó ante la justicia su voluntad de quedarse con su papá. Desoyendo esa intención del niño, y en una determinación similar a la del caso de Daniel Peralta, la jueza ordenó que el niño viaje a reunirse con su madre. Este hecho nos hace preguntarnos una vez más, aunque redundando, ¿cuáles son los derechos que defiende la justicia local? y en el mismo camino de las preguntas, ¿acaso no se aportaron pruebas suficientes para que la justicia pueda determinar que había cometido un error y a partir de allívolver a permitir el contacto para comenzar a recomponer la relación entre dos menores y su padre y su hermana mayor? ¿cuáles son los motivos que le impiden a la justicia local actuar de manera objetiva y dejar de beneficiar solamente intereses de una de las partes?
(Salvador Hassan para Todo Libres y Libres Noticias)
Lunes, 17 de marzo de 2014