Bs. As. (28-2-20): Se trata de María Eleutaria Quiróz, de 74 años y nacida en Perugorría, pero que desde 1983 vive en Buenos Aires. Ella asiste a los velorios, misas y homenajes de las distintas personalidades del ambiente artístico, político, deportivo y de otros casos que conmovieron al país. Conocida en paso de los Libres, ciudad en donde vivió algunas décadas, se la conocía como María Carumbé, por su fanatismo por la comparsa de la tortuga. Cabe recordar que también tuvo su momento de gloria al participar en el programa de Marcelo Tinelli en varias oportunidades.
María Eleutaria Quiróz, más conocida como Mari, es una mujer que admitió su obsesión por asistir a los funerales, misas y homenajes de las distintas personalidades del ambiente artístico, político, deportivo, y de otros casos que conmovieron a la Argentina.
Ella tiene 74 años y es oriunda de Perugorría, pero vive en Buenos Aires desde 1983. No tiene maridos ni hijos.
“Me entero que alguien murió, y voy", comentó al portal Teleshow. "Pero soy prudente: mi intención es acompañar y tratar de no molestar a la familia. Me gusta manejarme bien. Si puedo los saludo, y me retiro", aclara quien vive en un hotel del barrio de Constitución "para no pagar los impuestos".
Cuenta al mencionado portal, que Mari, más de una vez alcanzó al coche fúnebre, llegó a tocar el cajón e, incluso, saludó a los familiares del personaje despedido.
En 35 años de los que lleva viviendo en Buenos Aires, Mari estuvo presente en los velorios y entierros de personajes destacados como Leonardo Simons, Daniel Mendoza, Jorge Porcel, Carlos Monzón, Jorge Guinzburg, Lydia Lamaison, Julio Grondona, Alberto Nisman, Jorge Ibáñez, Romina Yan, Sandro, Mercedes Sosa, Raúl Alfonsín, Caloi, Irma Roy, Alfredo Alcón y Débora Pérez Volpin, entre muchos otros.
"Yo quiero estar. Soy una gran seguidora de los artistas y sufro mucho cuando se mueren o cuando les toca despedir a algún familiar", confesó. Mari reveló que elige como fuente de noticias a la radio y la televisión: "Veo las novelas pero también los noticieros, así me entero de todo. Además, duermo con los auriculares puestos y la radio prendida”.
"A veces hay cola para entrar. La hago, paso, saludo y me voy. Otras, me quedo esperando afuera", continuó. Comenzó con esta tradición a sus 18 años, cuando murió un vecino que vivía a la vuelta de su casa en Curuzú Cuatiá. "No lo hago porque están las cámaras. Voy a respetar, a despedirlos. También me acerco a los entierros cada vez que escucho que muere un policía", explicó.
"Soy una persona grande: hago lo que quiero y nadie me maneja. Soy muy buena y ayudo a la gente, pero tengo mi carácter", advirtió. Mari no se limita a los velorios y funerales: también estuvo en las puertas de los hospitales donde fueron internados Diego Maradona y Alejandra Pradón, ambos luchando por su vida en distintas circunstancias.
No solo fue a entierros de famosos, también acompañó a personalidades cuando murió algún integrante de su familia. Estuvo en el de Carlos Menem Junior, en 1995, y también en el de Ana Caputo, la madre de Carmen Barbieri, hace un par de semanas atrás.
Mari se convirtió en ”La señora de los velorios”, por las reiteradas veces que apareció en televisión cuando algún noticiero cubre la muerte de un famoso. Salió en revistas, y sus fotos han sido seleccionadas para las tapas de los diarios que la eligieron entre los cientos de fanáticos que asistieron al últimos adiós de artistas internacionales.
"Los chicos que me conocen me cargan y me cuentan que me vieron en todos lados. A veces escucho que dicen: ´Ahí va la señora de los velorios´", bromeó.
Viernes, 28 de febrero de 2020