Santo Tomé (19-6-25): "Esto no lo vimos nunca", dice una vecina del barrio Centenario mientras mira con impotencia el agua que le rodea los tobillos dentro de su propia casa. En menos de 72 horas, Santo Tomé vivió un verdadero diluvio: 60 milímetros el lunes, 164 mm el martes y otros 173 mm ayer, según los registros municipales. El total roza los 400 milímetros y todavía no dejó de llover. Las consecuencias quedaron a la vista: casas inundadas, calles intransitables, evacuaciones, y un temor latente que va más allá de las nubes, que es el aumento constante del caudal del río Uruguay.
El punto más crítico de la ciudad está en la avenida Artigas, a la altura del puente del arroyo Picardía, que colapsó por la presión del agua y sufrió socavones estructurales. El tránsito allí está interrumpido desde hace dos días y el personal municipal pide evitar la zona. Las imágenes del asfalto hundido y las barandas retorcidas dan cuenta de la fuerza con la que cayó el temporal.
Las cuadrillas de Obras Públicas trabajan sin pausa, con maquinaria pesada y herramientas manuales, en sectores anegados como las chacras 44 y 45, el paraje La Curtiembre y zonas urbanas como Caá Guazú y barrio Centenario. El agua se acumuló en calles, patios y habitaciones. Algunas familias optaron por autoevacuarse. Otras esperan asistencia, refugiadas en techos, sillas o camas altas.
"La situación es muy crítica", repiten los funcionarios locales. Pablo Verón, director de Defensa Civil de Santo Tomé, explicó en diálogo con la prensa: "En 45 días nos llovieron más de 800 milímetros. Para que se den una idea, entre enero y abril no llegamos a 400. Estamos viviendo una emergencia hídrica".
Hasta el momento, más de 100 familias fueron asistidas por Acción Social del Municipio. Algunas recibieron colchones, ropa seca, alimentos o materiales plásticos. Otras, simplemente un abrazo, un gesto, una promesa de que mañana estará mejor.
Pero lo más preocupante es que el drama no termina con la lluvia. "El río Uruguay tuvo una crecida rápida por las lluvias en toda la región. Si se expande la crecida en la cuenca de Chapecó, podríamos tener problemas serios en los próximos días", advirtió Verón.
El Municipio emitió un comunicado pidiendo no transitar por zonas afectadas, respetar los cortes preventivos y no arrojar residuos en la vía pública. También se recuerda que hay teléfonos habilitados para asistencia y emergencias, y que tanto Bomberos como Policía de Corrientes colaboran con el operativo.
En las calles, el ambiente es tenso. En el rostro de cada vecino se mezcla la resignación con la incertidumbre. Nadie sabe cuándo va a parar la lluvia ni cuánto más puede aguantar la ciudad.
RELEVAMIENTO Y ASISTENCIA
Las tareas municipales se concentraban ayer especialmente en sectores como las chacras 44 y 45 hacia el Sureste de la ciudad, el barrio Centenario, el paraje La Curtiembre y la zona de Caá Guazú entre Perugorría y Frondizi, donde el agua acumulada ha generado serios inconvenientes. En paralelo, los equipos de Acción Social avanzan con relevamientos y asistencia directa a las familias damnificadas.
Desde la Dirección de Tránsito se solicitaba máxima prudencia al circular, en especial a conductores de motos y automóviles, ya que la calzada se encuentra resbaladiza. Se insiste también en evitar transitar por Artigas ex Patagonia, particularmente en el área de la Escuela Técnica.
Además, se mantiene la insistencia municipal para que los vecinos no arrojen residuos ni elementos a la vía pública que puedan obstruir los desagües y empeorar la situación en cada barrio.
Cabe destacar también el trabajo articulado entre Defensa Civil y Bomberos Voluntarios asistiendo a cada solicitud, cono también la Policía de Corrientes con los equipos del Brif.
El Municipio continúa en alerta y trabajando para mitigar los efectos de esta situación climática extraordinaria, con el compromiso de todas sus áreas operativas y sociales.
Los teléfonos de atención al ciudadano son: 3756-600666 o 3756-438373.
Defensa Civil: 3756-492449.s
Jueves, 19 de junio de 2025