Bs. As. (6-8-25): Después de a presentación en Comodoro Py, aparecieron fotos de cuando Villarruel y Márquez eran amigos y compartían cenas con José Martínez de Hoz --hijo del ministro de Economía de la dictadura--, Vicente Massot, Agustín Laje y Juan Bautista "Tata" Yofre.
Por Luciana Bertoia
La guerra en la cima del Gobierno de La Libertad Avanza (LLA) está declarada, y pasó a un nuevo campo de batalla: el judicial. Victoria Villarruel denunció a dos leales al Presidente: su biógrafo, Nicolás Márquez, y la diputada nacional Lilia Lemoine, que suele ser la voz de los hermanos Javier y Karina Milei. Los acusó de una serie de delitos graves, que incluyen las amenazas contra el orden constitucional. Márquez no tardó en responder en redes sociales. Habló de “terrorismo de Estado” y se preguntó si debía esperar sentado a que fuera a buscarlo el “grupo de tareas”. Villarruel y Márquez son viejos conocidos de las organizaciones de “memoria completa” que suelen oficiar como voceras de los intereses de los represores. Por si faltaba comprobación de aquel vínculo entre denunciante y denunciado, apareció un tuit de Carlos Maslatón con unas fotos en las que los mostraba comiendo junto a José Alfredo Martínez de Hoz (hijo del exministro de Economía de la dictadura), Vicente Massot, Juan Bautista “Tata” Yofre y Agustín Laje.
A última hora del lunes, ingresaron dos denuncias de Villarruel, que recayeron en los juzgados que ocupa Sebastián Casanello, tanto como titular como subrogante. Villarruel señaló que hacía las presentaciones en su rol de vicepresidenta y como “veladora del orden republicano”. Sostiene que es víctima de una campaña de amenazas y hostigamiento por su rol como presidenta del Senado. “Nada de esto sucedería de no ostentar el cargo con el que la ciudadanía me ha honrado. Ergo, los ataques a mi persona importan una amenaza directa y descarnada al orden constitucional y al sistema republicano”, escribió.
Una de las denuncias está dirigida contra Francisco Javier García Negre, dueño de La Derecha Diario (LDD). Negre es un hombre cercano a Milei, que suele ingresar donde otros no logran hacerlo. A Negre le apunta por haber difundido en sus redes sociales que el Gobierno tendría información de los Estados Unidos de que Villarruel estaba detrás de un intento de golpe junto con peronistas antikirchneristas y militares retirados.
La otra denuncia es más grande y apunta contra más personas. Las más conocidas son Lemoine y Márquez. Pero también hay tuiteros que conforman el ecosistema digital del mileísmo. Entre ellos, los usuarios conocidos como El Pubertario o El Trumpista. El Pubertario suele escribir que odia a Victoria Villarruel y hace escraches en redes contra su círculo familiar o laboral.
El Trumpista ya había sido denunciado por distintos representantes de Unión por la Patria (UxP) después de que el 10 de julio pasado escribiera: “El Javo debería organizar milicias populares, entregando armamento a ciudadanos para facilitar el cierre del Congreso”. En su denuncia, Villarruel muestra que no fue únicamente ese día, sino que lleva tiempo pidiendo la misma receta.
Villarruel acusa también a Lemoine por señalarla como quien conspira contra el gobierno de La Libertad Avanza (LLA). “La mayor gravedad emergente parte de su rol legislativo, que no le puede ser esquivo”, sostiene la vice en la presentación. Incluso, Villarruel apunta contra un usuario que sería administrado por la propia Lemoine “para difundir su falacia”.
A Márquez le imputa haber comenzado a mediados de 2024 una “sistemática tarea” de socavar su autoridad como titular del Senado, acusándola de delitos reñidos con la administración pública.
Si bien no apunta directamente contra la Casa Rosada, Villarruel pide que se averigüe si los denunciados son sostenidos con dinero del erario público. Una nueva batalla en una guerra descarnada entre el Presidente y su vice, que ahora se libra en los tribunales de Comodoro Py.
El subtexto de la denuncia es que están haciendo todo lo posible para que renuncie, sobre todo después de que el Presidente la acusó de “bruta traidora” en su exposición en La Derecha Fest. Villarruel dice que las expresiones de los tuiteros del Presidente exceden los límites de cualquier crítica legítima. "Constituyen una contumaz incitación al odio y a la violencia institucional, contra mi persona en tanto titular del Honorable Senado de la Nación, procurando descabezarlo y aniquilar su rol como contrapoder y en tanto sostén del orden republicano", afirma.
El juez Casanello suele delegar las investigaciones. La denuncia contra Negre tramitará en la fiscalía de Guillermo Marijuán; la que apunta contra Lemoine, Márquez y los tuiteros, en la de Franco Picardi.
Una pelea de los otrora amigos
A principios de los 2000, Villarruel y Márquez orbitaban alrededor de Memoria Completa, una organización que era liderada por otra mujer joven que se hacía llamar Karina Mujica y que defendía lo actuado por la dictadura. La agrupación y su dirigente pasaron a cuarteles de invierno después de que una cámara oculta mostró que Mujica ejercía la prostitución.
Márquez y Villarruel estudiaron juntos también en el Centro de Estudios Hemisféricos William J. Perry, una institución ligada al Departamento de Defensa de los Estados Unidos. Pero la convivencia parece que distó de ser pacífica.
Días atrás, Márquez acusó a Villarruel en un video de haber recibido financiamiento por parte de Roberto Guillermo Bravo, el fusilador de los presos políticos que estaban en la base Almirante Zar de Trelew. Tras la masacre de agosto de 1972, la Armada escondió a Bravo en Estados Unidos. Washington rechazó en dos oportunidades extraditarlo para ser juzgado por la matanza, que fue calificada como un crimen de lesa humanidad por la justicia argentina.
En su raid mediático contra Villarruel, Márquez también había mencionado una cena que compartieron en el Círculo de Armas, un salón exclusivo ubicado en Corrientes al 600. En las últimas horas, aparecieron las fotos de aquella selecta jornada --que habría tenido lugar en octubre de 2018. En las imágenes --aportadas por Maslatón--, se veía a Villarruel sentada junto a Massot –exdirector de La Nueva Provincia de Bahía Blanca, a quien la fiscalía acusa de haber cometido delitos de lesa humanidad. A la izquierda de la actual vice estaban Márquez y Laje, quienes libran la batalla cultural en nombre del Presidente.
En la otra punta de la mesa estaban, entre otros, “Tata” Yofre –que recaló en la Escuela Nacional de Inteligencia (ENI)– y Martínez de Hoz, hijo homónimo del ministro de la dictadura que decía que Jorge Rafael Videla merecía el cielo por su tarea, como recuerda Julián Zícari en su libro Martínez de Hoz. El jefe civil de la dictadura. Martínez de Hoz Jr. es dueño de uno de los estudios jurídicos más importantes de la City. Fue también presidente del Colegio de Abogados de la calle Montevideo, una institución conservadora que apoyó la cruzada del Celtyv de Villarruel.
Según contó Márquez, en ese encuentro Martínez de Hoz les propuso financiar una ONG desde la cual él y Laje librarían una batalla por las ideas. Aparentemente, la propuesta no fue del agrado de Villarruel, quien, para entonces, ya levantaba su perfil como presidenta del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv), también vinculada al rol benefactor del hijo del ministro de Economía de la dictadura.
Casualidad o no, Laje actualmente preside la Fundación Faro, que funciona como una especie de think-tank del mileísmo. El lunes, un rato después de que se conociera que Villarruel había presentado dos denuncias en los tribunales de Comodoro Py, la Fundación Faro hizo un evento en el Yacht Club de Puerto Madero.
La estrella de la jornada fue el propio Milei, quien resaltó la labor de la organización que lidera Laje. “Por eso es tan importante la tarea de la Fundación Faro en defensa activa de las ideas de la libertad: ideas sin las cuales, cualquier gobierno pierde rápidamente su rumbo y encalla en el acantilado del socialismo”.
En primera fila, aplaudía Lemoine, una de las denunciadas por la vicepresidenta.
Miércoles, 6 de agosto de 2025