Corrientes (26-8-25): El intendente de Paso de los Libres y candidato peronista habló con LA NACION en la antesala de las elecciones para gobernador; acusó al oficialismo de sobrefacturación y anunció acciones judiciales. Con un frío inusual para agosto en la provincia y desde el centro de la plaza 25 de Mayo, Martín “Tincho” Ascúa, intendente de Paso de los Libres y candidato a gobernador por el frente filokirchnerista “Limpiar Corrientes”, mira de cerca la casa de gobierno. Quiere ser el sucesor de Gustavo Valdés, de quien es su principal detractor. No la tuvo fácil en la campaña: el PJ correntino venía intervenido y su normalización no arregló las cosas. Enfrentó una sostenida diáspora de dirigentes y militantes. Algunos incluso conspiraron abiertamente contra su candidatura
PARA LA NACION
Eduardo Ledesma
Otros, operadores en las sombras, tendieron puentes con Ricardo Colombi: querían aliarse a toda costa con el exgobernador, también candidato. Martín Barrionuevo, senador peronista, saltó el cerco y es el candidato a vice de Colombi. Si se fue por la suya u oficiará como claraboya para el acercamiento posterior del peronismo, dependerá del resultado de las urnas. Este domingo 31, cuando terminen las elecciones generales en Corrientes, se conocerá en todo caso el resultado de esas charlas de cúpula.
Si hay segunda vuelta, que es la aspiración y la certeza de Ascúa, se descubrirá el andamiaje de una estrategia conjunta nunca reconocida pero que en varios hitos de la campaña hizo coincidir, justamente, al radicalismo de Colombi con el mileísmo de Lisandro Almirón y el kirchnerismo de Ascúa. A la vista está que nunca se atacaron entre sí. Los dardos más venenosos de la campaña, de estas tres escuderías, siempre tuvieron por blanco a los hermanos Valdés: a Gustavo, el actual gobernador; y a Juan Pablo, el candidato oficialista a sucederlo. En la calle, pero sobre todo en los territorios digitales, Ascúa desarrolló una campaña agresiva que no cejó nunca y que le valió una denuncia penal y varias advertencias.
Ante LA NACION reconocerá, con el grabador apagado, que hubo varios sobregiros. En la entrevista seguirá su libreto: dará un diagnóstico sobre la provincia y enunciará un paquete de medidas a desarrollar en caso de ganar, centradas en transparencia, salud y diversificación productiva. Denunciará nepotismo y sobrefacturación en la obra pública. Por eso mismo, adelantó que impulsará denuncias judiciales y mecanismos institucionales de control.
Además, cuestionó las políticas económicas del Gobierno nacional, por su impacto en las economías regionales. Propuso en cambio un plan orientado a priorizar salarios, viviendas, salud y educación, y dijo que su primer objetivo será reasignar recursos hacia los servicios esenciales, mientras convocó a actores sociales, sindicales y productivos para integrar un gobierno que, según dijo, debe ser “transparente, austero y orientado a resultados”.
- ¿Pese a las trabas y deslealtades, por qué aceptó ser candidato a gobernador?
- Porque tengo un profundo compromiso con la gente. Ejercí la profesión de abogado durante 15 años, vivía bien con mi familia, pero siempre sentí que me faltaba algo. Vengo de una familia comprometida con el bien común. En 2007, mi papá tuvo un infarto y tuvimos que ir a Curuzú Cuatiá porque en Paso de los Libres no había la medicación necesaria; si no, se moría. Eso me hizo pensar. Vi que para modificar las cosas había que comprometerse. En 2017 me propusieron ser candidato a intendente, acepté y trabajé con todo.
- ¿Cuál es su diagnóstico sobre la política económica de Milei y sus efectos en el consumo, el empleo y las economías regionales?
- Creo que Milei vino con un esquema de laboratorio, con una consigna teórica de economista de libro. (Pero) tiene un profundo desconocimiento del país, de la Argentina real y del Estado. La economía no es solo números: es gente. Y está destrozando las economías regionales con medidas como la apertura indiscriminada de importaciones.
- Si es gobernador, ¿impulsaría un frente de gobernadores opositores para frenar el ajuste o buscará acuerdos con Milei?
- Vamos a ser contundentes. Lo fui como intendente y lo seré aún más como gobernador. Hay un ataque directo del gobierno central de Milei al federalismo y a los derechos de la provincia. En esto estoy del lado de los pocos gobernadores que ahora empiezan a elevar la voz. Hay que defender los derechos e intereses de las provincias y hay que acudir a todas las vías institucionales, políticas y judiciales.
- Con respecto al kirchnerismo nacional, ¿mantendrá ese vínculo ideológico o tendrá una línea con visión más provincialista, más autónoma?
- Soy orgánico y pertenezco al Partido Justicialista. Creo que Néstor y Cristina representaron lo mejor del peronismo en la etapa moderna. El peronismo nacional y provincial deben ser parte de un todo; no podemos separarnos por intereses pequeños. Algunos gobernadores creyeron que, alineándose con Milei para pagar sueldos, resolvían sus problemas. Hay que tener un posicionamiento firme, sostener nuestro eje político e ideológico como justicialistas y no movernos de ahí.
- ¿Y qué le responde al gobernador Valdés cuando afirma que el PJ es el partido más corrupto de la historia?
- Que él encarna eso. Primero porque traicionó a Ricardo Colombi. Gustavo Valdés gobierna porque quiso Ricardo Colombi. Después la cuestión ideológica. Él se alejó del radicalismo; el radicalismo no es lo que Gustavo Valdés representa. El hecho de querer poner a su hermano habla de los intereses personales y económicos que tienen él y su entorno.
- ¿Por qué dice que él es el más corrupto?
- Por cómo se maneja. Nosotros estamos con índices de pobreza tremendos, de exclusión, y vemos cómo maneja la obra pública, la tercerización de los servicios, desde la limpieza de hospitales, escuelas, hasta construir oficinas de lujo como están construyendo; el despilfarro de dinero es tremendo. Cuando nosotros hacemos obra pública, son otros números, muchísimo menores. Y la información que tengo es que la provincia está con una deuda de 399 millones de dólares, hoy documentada.
- ¿Va a denunciar eso ante la Justicia?
- Sí. Y también ver el tema de la Justicia. Siempre pongo un caso: el de mi querella, la que me hace Gustavo Valdés a mí. (Valdes denunció a Ascúa por un video en donde el intendente da a entender, entre otras cuestiones, que el gobernador tuvo alguna relación con el atentado contra Cristina Kirchner). Traen para la primera audiencia a un juez sustituto de San Luis del Palmar que está participando en la terna para quedar titular en el juzgado que me está juzgando. ¿Y quién decide en la terna? Gustavo Valdés.
- Usted acusa a Valdés, pero si gobernador, ¿qué mecanismos implementará para garantizar la rendición de cuentas y sanciones reales?
- Primero, la institucionalidad te da muchos mecanismos. El problema es que hay que hacerlo funcionar, desde la misma Legislatura, porque se cayó en una situación política donde con dos tercios se hacía cualquier cosa, se neutralizaba cualquier iniciativa de la oposición. Nosotros en ese sentido somos democráticos, republicanos y vamos a respetar las instituciones. Y después hay muchas herramientas para crear. Yo lo hice en Paso de los Libres: creamos la Oficina Anticorrupción y le propusimos a la oposición que designe a una persona.
- ¿Qué datos concretos tiene para sostener sus denuncias de corrupción?
- Los 4.000 millones de pesos en la Plaza de la Libertad. Nosotros, en Paso de los Libres, estamos haciendo plazas nuevas por 115 millones de pesos. Los 37.000 millones de pesos de las oficinas de lujo (se refiere al nuevo centro administrativo inaugurado en 2021). Los 8.000 millones de pesos del Museo de Arte Contemporáneo. Son características muy palmarias de corrupción. Sobre todo, yo siempre digo: con los 8.000 millones del museo se pueden construir más de 1.000 viviendas. En Goya me preguntaban por ejemplo cuánto salía una cuadra de pavimento. En Paso de los Libres, nosotros pavimentamos cuadras por 35 o 36 millones de pesos. El año pasado, Valdés le mandó al intendente de Goya para tres cuadras de asfalto, 400 millones de pesos. No cierran los números.
- Valdés fue a Libres y dijo que usted habla de nepotismo, pero su hermana maneja la caja municipal. ¿Cómo responde a estas críticas? Y, más allá de eso, si es gobernador, ¿qué medida aplicará para que el nepotismo del que habla ya no pase?
- Lo de Valdés es un ataque, miente. Ninguna de las cuestiones que dijo son verdad. Me parece que es más un ataque personal porque los veo que están muy nerviosos. Evidentemente, los ataques de Valdés son porque los números no cierran. Están nerviosos porque ven un escenario de segunda vuelta y saben que ahí la tienen complicada. Inclusive podría haber sorpresas en la primera vuelta.
- ¿A quién llamaría en busca de ayuda en ese escenario de segunda vuelta?
- Vamos a hablar con la gente. Creo en las alianzas políticas, pero la coherencia en estos tiempos es fundamental y nosotros lo vemos así. No veo ningún dirigente que diga “voy para acá” y que la gente lo siga.
- El PJ-Corrientes logró poner fin a varios años de intervención, pero la unidad no prospera: muchos referentes siguen afuera. ¿Qué haría como gobernador para integrar a todos?
- Primero, hay dirigentes que se creen más importantes que el partido. Nuestro partido perdió el ejercicio político y orgánico de ser un partido. También hay muchos dirigentes sin gente. Siempre fui muy respetuoso y defensor del PJ, pero como una herramienta para transformar la vida de la gente en serio. Aquellos que priorizan sus intereses personales no tienen lugar en nuestro esquema. No son peronistas, son… no sé si radicales o de otro espacio. Tuvimos una interna, y si no se presentaron es porque no quisieron.
- Entonces, ¿cómo piensa integrar esas voces organizadas, pero también independientes, sociales, a un partido de gobierno?
- Con lo que reclama todo el mundo, que es la cuota real de participación. Nosotros, por ejemplo, en nuestra lista de diputados y senadores tenemos referentes del sector trabajador, sindical, los movimientos sociales, no solamente de los provinciales sino también de distintas localidades.
- Su campaña en redes fue bastante fuerte, combativa contra Valdés y, ahora, también contra Milei. ¿Usted cree que ese estilo, que algunos dicen que no representa tus valores? ¿Debilita o refuerza su mensaje?
- No. Nosotros fuimos contundentes para llegar con el mensaje. En realidad, yo vengo de hacer mucha política en mi ciudad, y en ciudades que tienen muchas costumbres de pueblo en donde se diluyen un poco las cuestiones ideológicas, y uno tiene otra forma. Ahora, cuando hablamos de un gobierno provincial, uno tiene que ser contundente y categórico con lo que piensa. Me parece que estos son los tiempos para eso. Nosotros fuimos de frente, categóricos y contundentes con nuestro mensaje.
- Suele defender a Cristina incluso, del “lawfare” y además denuncia persecución judicial acá en Corrientes. En ese marco, ¿qué reforma institucional impulsaría para separar el Poder Judicial de la política?
- Nosotros vamos a hacer un gobierno transparente, honesto, y no vamos a necesitar el Poder Judicial para ejercer el poder. Pero en ese sentido, somos respetuosos de las instituciones, de la decisión de los poderes y no necesitamos tener jueces amigos para hacer lo que queremos hacer. Nosotros vamos a hacer un gobierno transparente.
- ¿Cuáles son sus prioridades en educación y salud?
- En educación, el deterioro tremendo que tiene la infraestructura escolar, el salario de los docentes y hasta la incorporación de una nueva currícula de estudio. La incorporación de las nuevas tecnologías es fundamental, la inteligencia artificial. Y después, abrir otros ámbitos a la educación porque sabemos que el 60% de los jóvenes van a estudiar dentro de un año carreras que hoy no existen. Y en base a las necesidades que nosotros tenemos en la provincia, vamos a diversificar la producción. Pero tenemos que estar preparados. Con respecto a la salud, la provincia cuenta con un sistema de infraestructura distribuida. El problema es el contenido, el salario de los médicos, de los enfermeros; el problema es la capacitación, la aparatología… eso es lo que está faltando.
- ¿Y en materia económica?
- Con respecto a la cuestión económica, la producción, la transparencia y el desarrollo que necesitamos en nuestra provincia: diversificar la producción que ya tenemos, mejorarla con respecto a la tecnología, a la ciencia, a la industrialización; caminos, energía, apertura de nuevos mercados. Primero, trabajar con el mercado interno, pero también con el mercado nacional y con el mercado internacional. Con eso vamos a mejorar la cuestión económica, las oportunidades, el trabajo y el salario de los correntinos.
- Usted habla mucho de la seguridad…
- La seguridad también es transparencia. Es capacitar a nuestra gente. Se modificó, por ejemplo, el Código Procesal Penal: pasamos de un modelo mixto a un modelo acusatorio, pero no preparaste a la gente. El juez de instrucción se transformó en juez de garantías, pero no equipaste y no preparaste a las fiscalías. Por eso hay que capacitar, profesionalizar, darle herramientas al personal. Y salario también.
- En la campaña habló de la cuestión narco. ¿Cómo, usando sus propias palabras, cortar, prevenir, ordenar y coordinar con las fuerzas federales para combatir ese flagelo?
- Aquí hay que ser contundentes y hay que trabajar en forma coordinada, sin duda. Independientemente de que uno tiene en mano, a través de la policía, la prevención de los delitos comunes y la ejecución de las penas de los delitos comunes, hay que coordinar con las fuerzas de seguridad. Es coordinando, transparentando y denunciando cuando no te acompañan. Yo lo hice también en Paso de los Libres: hicimos los planteos que teníamos que hacer. Y eso que somos una ciudad que es compleja. En eso hay que trabajar en conjunto, involucrando a las instituciones, involucrando a la Iglesia.
- El gobierno de Valdés está terminando. Usted dice que asignan mal el presupuesto por distorsión de prioridades. Si gana y asume el 10 de diciembre, ¿qué es lo primero que reasignará del presupuesto que tiene?
- Mi prioridad el 10 de diciembre va a ser el salario de los trabajadores. Segundo, trabajar con el entramado de la cuestión social. Y después, empezar a trabajar urgente con el tema de la salud, de la educación y de la vivienda. Es fundamental eso. También el desarrollo productivo. Son los ejes que tenemos nosotros. El desarrollo productivo para crear, dentro de dos años, 30.000 puestos de trabajo.
- Varios gobernadores sostienen que la baja presión impositiva es clave para atraer inversiones. Y hay críticas al gobierno de Corrientes, sobre todo del sector libertario, al que acusan de sostener una carga fiscal alta. ¿Cómo piensa manejar la cuestión fiscal? Y, si bajá impuestos o sacrifica recaudación, ¿a cambio de qué?
- Nosotros vamos a tener políticas de incentivo de exenciones fiscales para las inversiones, tanto locales como foráneas que respeten nuestro marco regulatorio, el medio ambiente, etc. Para eso necesitamos sentarnos con todos los sectores, sobre todo privados. Nosotros no tenemos inconveniente de hacer un esquema de exenciones fiscales y de inversiones y con eso vamos a lograr desarrollo, trabajo y mano de obra. Porque lo vamos a hacer.
- Cualquiera sea el escenario del 31 de agosto, el que asuma en Corrientes tendrá enfrente un gobierno nacional que está dispuesto a continuar con el ajuste. ¿Cómo piensa afrontar ese panorama?
- Es un panorama bastante complejo. Yo me acostumbré a gobernar con poco, si bien lo hice en el municipio… Creo que decía Milei: “Tenés 100, gastá 100”. Nosotros teníamos 100, y gastábamos 80. Nos acostumbramos primero a ser austeros, transparentes y muy creativos con el gasto público. Yo no veo ningún inconveniente ahí. Nosotros nos acostumbramos a administrar lo que teníamos. Para lo inmediato, no veo que haya inconveniente porque si uno ve el despilfarro que hace el gobierno provincial, la plata va a alcanzar para las cosas importantes, esenciales y fundamentales que necesita la provincia.
- ¿Qué le dice a los apáticos que tal vez no quieran ir a votar?
- Que tengan esperanza. Si bien hay un gran divorcio con la política, nosotros empezamos a ver esperanza en la gente. La gente empieza a asociar que todos los problemas que tiene se deben también a decisiones que toma o a la desidia que practica la política que gobierna. Y entonces empieza a tener esperanza y empieza a valorar su voto.
Por Eduardo Ledesma
Martes, 26 de agosto de 2025