Bs. As. (22-11-25): Con un movimiento de prestidigitación, Estados Unidos hizo quedar a los argentinos como indigentes intelectuales y empujó las elecciones a un resultado favorable a sus intereses. Se habló de 40 mil millones que conseguiría Washington para apuntalar a Javier Milei, la gente votó como quería el presidente estadounidense Donald Trump, pasaron las elecciones, pero la plata no llegó, y el país está más endeudado que antes.
Por Luis Bruschtein
Donald Trump hizo promesas a favor de Milei. Se habló de 40 mil millones de dólares. El resultado electoral fue como quería, pero de los 40 mil millones, mejor ni hablar.
Los primeros 20 mil millones se transformaron en un swap que ya se usó, en parte para pagarle deuda e intereses a Estados Unidos. Ahora el Wall Street Journal dijo que los bancos que se habían comprometido a poner la otra parte se echaron atrás.
Las promesas falsas, los anuncios en el aire y las palmaditas en la espalda decidieron el voto de miles, frenaron la corrida al dólar para arriba y la caída de los bonos. Abracadabra, nada por aquí, nada por allá. No es para tener vergüenza, porque así funciona gran parte del capitalismo occidental, con ilusiones y espejismos en las bolsas de valores.
No es para tener vergüenza no, pero sí para tener pánico porque los espejismos se rompen y las burbujas se pinchan y porque esa forma de funcionar ha sido la que determinó la decadencia de Occidente ante el ascenso de economías basadas en la producción de riqueza real.
Para que funcione el ilusionismo hay que hacer creíble lo increíble. Por eso, un adulto inteligente sabe que un mago es lo menos creíble porque su función es mentirte, o ilusionarte. A la economía argentina la manejan varios “magos” de las finanzas, como Luis Caputo o Federico Sturzenegger. O sea, está en el horno.
No es un juego de palabras barato. Lo sería si en este momento hubiera 40 mil millones de dólares en el Banco Central. Los economistas hablan de “expectativas de los mercados” que movilizan cientos de miles de millones de dólares para arriba o para abajo, todos los días, en las bolsas de todo el planeta.
Las expectativas son “predicciones o creencias” de las personas, inversionistas o gobiernos. Y las predicciones y las creencias son volubles y manipulables. El juego consiste en que Juan le haga creer a José lo que le conviene a Juan, aunque no le convenga a José. A veces José gana y a veces pierde. Pero Juan gana siempre, y más.
Fue lo que hizo Milei con la criptomoneda $Libra basándose en su prestigio como Presidente de los argentinos, según la comisión parlamentaria que investigó esta estafa. Una ilusión que motivó a miles de personas a comprar algo que al poco tiempo no valía ni la milésima parte de lo que habían pagado por creer en la palabra de Milei. Y fue lo que hizo Estados Unidos con los argentinos para que decidieran un voto que les costará muy caro.
Con este dispositivo infectaron también a la política y pusieron a la ilusión como base de la esperanza. O sea, se genera una expectativa sobre la base de algo que no es cierto, una imagen que es una mentira envuelta en celofán para hacerla creíble. Ese mecanismo necesita primero hacer increíble lo creíble, o sea destruir la parte de la política que funciona sobre realidades concretas: si esas realidades son buenas, nos va bien, y si son malas, nos va mal.
La ilusión se crea con el lenguaje, el que a su vez se transmite por las redes y los medios y tiene cómplices en la justicia. Cuando salen a la luz las primeras conclusiones por los casos de corrupción en el gobierno, como el de las criptomonedas o el de las coimas con los medicamentos para los discapacitados, la justicia del lawfare, encabezada por la Corte, lanzó el juicio por los cuadernos contra numerosos exfuncionarios y empresarios, pero fundamentalmente contra Cristina Kirchner.
En el interín, el juez Marcelo Martínez de Giorgi pidió la captura del exsargento Jorge Bacigalupo por la falsificación de los cuadernos sobre los que se basó la causa contra la expresidenta. Los medios oficialistas rebajaron esta información. Pero destacaron el argumento del exdirector de la Andis, Diego Spagnuolo, quien aseguró que eran falsas las grabaciones donde describió al detalle las coimas que supuestamente recauda Karina Milei.
No jerarquizaron lo que está absolutamente comprobado y que debería anular toda la causa Cuadernos, porque demuestra la enemistad manifiesta del juez Claudio Bonadio con Cristina Kirchner. Este funcionario abrió la causa sobre la base de un documento fácilmente falsificable, como las fotocopias, sin peritarlas.
Al mismo tiempo que daban la espalda a lo que estaba comprobado, los medios oficialistas destacaban lo que difícilmente sea cierto y que sólo se apoya en una declaración interesada. Y es sabido que el juez Sebastián Casanello descartó a las grabaciones como prueba.
A partir de esta semana, los más mínimos detalles de las audiencias contra Cristina Kirchner inundarán la agenda de los medios oficialistas para tapar lo que surja de las investigaciones de los hechos de corrupción oficial. De esa manera acompañan la estrategia de despegar a Milei y a su hermana Karina de las investigaciones sobre la estafa con criptomonedas y las coimas en la Andis.
En ese juego donde la ilusión desplaza a la realidad, con el discurso de la antipolítica pidieron el voto para lo más sucio de la pol̀itica. No tendría que se creíble una fuerza acusada de vender los puestos en las listas de candidatos, nada de representaciones ni méritos. Serán diputados los que pongan la torta.
Muchos argentinos votaron ingenuamente a personas vinculadas con narcotraficantes, como en Río Negro donde los electores libertarios votaron a Lorena Villaverde, que fue detenida en Estados Unidos con varios kilos de cocaína y no puede regresar a ese país. O en la provincia de Buenos Aires, donde votaron a un personaje como José Luis Espert, que debió renunciar por sus vínculos con el narcotraficante Fred Machado, extraditado a los Estados Unidos.
Espert fue obligado a renunciar y esta semana la Comisión de Asuntos Constitucionales emitió un dictamen para impedir que asuma Villaverde. La decisión final será el próximo viernes, cuando sesione el pleno de la Cámara.
Los cordobeses votaron a la influencer mística Laura Sodano, que afirma que sigue a Milei porque tuvo “una visión” donde le advertían que era un “enviado” por un poder superior para salvar al país. Sodano asumirá en diciembre. La diputada Marilú Quiroz es del PRO, pero funciona con el oficialismo. Los chaqueños votaron a una persona antivacunas que está organizando una reunión en el Congreso contra la agenda de salud que establece la vacunación obligatoria.
En la profesión médica proliferan simpatizantes del PRO y de Milei, sin embargo, las principales asociaciones científicas de medicina enviaron un pedido al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, para que impida la reunión en el Congreso. Como el gobierno no propagandiza las campañas y también quiere sacar vacunas de la agenda, la vacunación de niños y adolescentes bajó casi el 50 por ciento y han reaparecido enfermedades como el sarampión, la tos convulsa y hasta la hepatitis.
Quirooz afirmó que no quiere la vacunación obligatoria. La legisladora confunde la libertad con una actitud que pone en riesgo a la comunidad. Una persona que no vacuna a su hijo puede provocar el contagio y la muerte de otros niños. No se trata de la salud individual. Nadie tiene libertad para matar.
Sábado, 22 de noviembre de 2025