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Política - Opinión
La oposición, el mejor aliado de Cristina Kirchner
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Jueves, 20 de octubre de 2011

(Especial para Infolatam por Rogelio Núñez)-. Cristina Fernández de Kirchner espera conseguir una victoria arrasadora e histórica este domingo en las elecciones presidenciales de Argentina. Será un triunfo por méritos propios, por su liderazgo, menos “crispado” que el de su esposo. Pero también se ha visto favorecida por la buena coyuntura económica, y por la debilidad que padece la oposición que luce deprimida, dividida, fragmentada, sin liderazgo, sin proyecto de futuro y enfrentada entre sí.

Cristina Kirchner ha logrado, como apunta el analista Julio Burdman en América Economía, construir un liderazgo fuerte y sólido: “Cristina Fernández siempre fue la dueña de los votos…es la más popular porque tiene más virtudes para comunicarse con los electores y esa cualidad es evidente en los actuales comicios. Genera mucha adhesión en los sectores populares y de las trabajadoras mujeres, lo que nunca logró Nestor Kirchner”.

Además, el entorno económico le favorece pese a las evidentes tensiones inflacionarias y el deterioro de los superavits comercial y fiscal: “una reducción positiva del desempleo, un aumento del poder de compra, un modelo basado en el consumo…todo eso produce un proceso de satisfacción con la situación económica personal, sobre todo en un país que venía de una crisis económica muy fuerte. Pero también aumentó ostensiblemente el gasto público social”.

Burdman añade que “en los últimos tres años las políticas sociales del oficialismo estuvieron basadas en la transferencia de ingresos, es decir, las acciones estatales para beneficiar a económicamente a la gente. Ejemplos son los subsidios, el aumento de las jubilaciones y el plan de asignación universal por hijo, destinado a los sectores con menores ingresos”.

Oposición deprimida

Junto con el liderazgo de la Presidente y la buena coyuntura económica, la victoria kirchnerista se explica por la profunda decadencia por la que atraviesa la oposición. Como dice el pensador kirchnerista Ernesto Laclau: ”si Cristina va a eternizarse en el poder no va a ser por su culpa”, sino porque “simplemente la oposición no está haciendo su tarea”.

Hermes Binner, Ricardo Alfonsín, Eduardo Duhalde, Alberto Rodríguez Sáa y Elisa Carrió han dado un paupérrima imagen de la oposición en Argentina y han contribuido a hacer mucho más fácil la permanencia de Cristina Kirchner en la Casa Rosada por cuatro años más hasta 2015.

Ricardo Alfonsín, candidato a la presidencia de Argentina

El analista político Julio Burmand lo resumía clatamente en América Economía: “el peronismo es un partido político organizado y actualmente en el ejercicio del gobierno y en la oposición, no quedó nada…Aparte del peronismo, los nuevos líderes estuvieron concentrados en la política mediática y ninguno encaró un proyecto político”.

La victoria de Cristina Kirchner en las internas del pasado 14 de agosto hundió a la oposición.

Desde entonces, figuras como la de Ricardo Alfonsín no han dejado de reconocer que la segunda vuelta es una quimera, diciendo cosas como: “probablemente usted vaya a ganar las próximas elecciones. Pero, con todo respeto, tengo la necesidad de decirle algo: no le creo nada…Alguien se lo tenía que decir a Cristina. ¿Y quien otro sino yo?…la gente va a votar por la UCR para que haya equilibrio en el Parlamento”.

La oposición ha dejado de buscar la victoria y ya solo piensa en ser un contrapeso en el legislativo: “que tomen la precaución de votar para equilibrar el poder. El verdadero contrapeso del Gobierno es la UCR. Somos una oposición seria, coherente, que después del 10 de diciembre no se va a pasar al oficialismo. Es difícil forzar una segunda vuelta, pero es fácil consolidarnos en el segundo lugar”, asegura Alfonsín.

Otros, como Eduardo Duhalde a veces ni siquiera pide el voto para sí mismo: “lo único que pretendo es que un 7 % de los que fueron a votar en las internas ahora voten a otras opciones”.

Divididos y enfrentados

¿Cómo ha llegado a esta situación la oposición que en 2009 ganñó las elecciones legislativas? Pues a base de enfrentarse entrre ella y dejar el control de la agenda política en manos del kirchnerismo desde la muerte de Néstor Kirchner y progresivamente a medida que se acercaban los comicios.

Al final, están luchando por el segundo lugar en las encuestas y se han dedicado a despellejarse entre ellos. Duhalde lo reconoce abiertamente: “nosotros también somos una bolsa de gatos”.
Elisa Carrió irá sóla a las elecciones presidenciales

Elisa Carrió denuncia que Binner aceptaría pactar reforma constitucional que permita a Cristina Kirchner optar a la reelección

En realidad juegan a atacarse entre ellos antes que atacar a la Presidenta. Por ejemplo, Ricardo Alfonsín arremete contra quien estuvo a punto de ser su aliado, Hermes Binner.

“Queremos dejar en claro que el Frente Amplio Progresista, por afinidad ideológica o disfrazado de eso, tendrá más propensión a acompañar al Gobierno que a evitar los desbordes hegemónicos”, dijeron a Clarín hombres cercanos al radical.

Alberto Rodríguez Sáa dispara contra todo “veo que existe un voto silencioso y eso es muy interesante porque nos va a acompañar a nosotros. Duhalde se cayó estrepitosamente y si pierde un solo voto se tendrá que bajar de la política. Alfonsín también va a bajar. Binner levantó con los votos de Alfonsín pero ya paró de crecer. Nosotros estamos en crecimiento”.

Lo mismo que la decadente candidatura de Elisa Carrió quien se centra en el candidato socialista: ”Binner debe estar enojado con sí mismo y descarga sus diatribas sobre mí. Intuyo que esto es así por el simple hecho de que en el contexto de una campaña presidencial propuse discutir si es necesario o no una reforma constitucional después de leer las plataformas electorales de mis competidores”.

Sin fuerza suficiente, todos parecen, finalmente, concordar con las palabras de Alfonsín: “la gente va a votar por la UCR para que haya equilibrio en el Parlamento…el domingo se definirá quién tendrá la herramienta de control del kirchnerismo. Incluso quienes apoyan a Cristina Kirchner quieren algo de equilibrio. Y la mejor manera que tienen es apoyar a partidos que van a controlar al kirchnerismo si llega a imponerse el 23 de octubre”.

El fin de Carrió y Duhalde

Estas elecciones pueden poner el punto y final a dos carreras políticas en la oposición. Las de Elisa Carrió y la de Eduardo Duhalde.

De acuerdo a las últimas encuestas, Carrió, que fue segunda en las elecciones presidenciales de 2007, se encuentra en último lugar con una intención de voto del 3,2 por ciento, casi un punto menos que el izquierdista Jorge Altamira, que llega al 4%.

La directora Ejecutiva de Management & Fit, Mariel Fornoni señala como ”Elisa Carrió perdió más del 80% de los votos que obtuvo en 2007…La principal oposición del 2003 al 2009 fue la Coalición Cívica y en ese período se abrió el espacio para la oposición y se frenó al kirchnerismo. El error de la CC es su error y es su virtud: no correrse de la defensa de los principios y de la moral republicana”.

Eduardo Duhalde aspira a forzar la segunda vuelta en octubre

De nada le han servido sus intervenciones llenas de vehemencia y dramatismo: “hay que seguir de pie luchando por la libertad que es lo que esté en juego el domingo. Hay que asumir la responsabilidad como pueblo. Uno tiene que saber qué diputados y presidente vota”.

La otra figura en decadencia es la del expresidente Eduardo Duhalde quien en 2003 fuera el padrino político de Néstor Kirchner.

Su fracaso arrastrará al antikirchnerismo que como suele ocurrir con el justicialismo acabará, en su mayoría, reintegrándose en el peronismo oficialista cuando se confirme su dominio casi hegemónico.

Quedará, de todas formas, la figura de Alberto Rodríguez Sáa que hunde su liderazgo en su cacicazgo de la provincia de San Luis pero que no reúne las condiciones para alzarse con el liderazgo de un peronismo disidente en decadencia y progresivamente cooptado por el oficialismo.

Binner, ¿el futuro?

La desaparición probable de Elisa Carrió y de Eduardo Duhalde, junto a la decandencia del peronismo antikirchnerista y de la UCR colocan en una inmejorable posición al socialista moderado Hermes Binner, llamado a cumplir el sueño de los socialistas argentninos que buscan infructuosamente alcanzar la Casa Rosada desde 1916.

Su objetivo siempre ha sido a largo plazo: ”nos jugamos ser una opción para la Argentina, construir una nueva mayoría. Tenemos experiencia legislativa y ejecutiva, la participación de los jóvenes y más de dos millones de votos que ya nos acompañaron. Y sobre todo tenemos un programa. No sé cuántas fuerzas política lo tienen y la presentan como nosotros. La gente sabe qué vamos a hacer”.

Hermes Binner, el candidato del socialismo a la presidencia

Además añade que “no estamos en la Argentina para sembrar la esperanza de una tercera fuerza, nuestra aspiración es el primer lugar. Por eso es que nos preparamos para gobernar”.

De todas formas, como señala Carlos Pagni en un análisis en el diario La Nación, “la gravitación de Binner depende, en alguna medida, de que supere la barrera del 15% de los votos y de que gane Santa Fe, su provincia, que hoy parece inclinarse por la Presidenta”.

Por eso asegura el analista que “cualquiera que sea el caudal del Frente Amplio Progresista (FAP), su visibilidad no guardará proporción con los recursos institucionales que tendrá bajo control. La UCR contará con más legisladores e intendentes que la coalición de Binner, aun cuando ésta la desplace del segundo puesto”.

Efectivamente, se puede dar por muerto políticamente a Alfonsín pero no al radicalismo, partido centenario capaz de afrontar crisis profundas como la actual. Tiene tradición, vínculos sentimentales entre gran parte del electorado, un fuerte aparato partidario e implantación nacional.

Justo lo que no posee Binner, recluido en Santa Fe y en parte en la Capital Federal, sin un partido fuerte a escala nacional. El futuro les condena a aliarse y a eso parece apuntar Binner cuando dice que no trata de “de crear una tercera fuerza. No hay espacio para eso. Se trata más bien de rearmar, determinar juntando de otra manera diferente formaciones ya existentes”.

Pero la historia, salvo en 1946 cuando se coaligaron contra Juan Domingo Perón, indica que su rivalidad es un obstáculo permanente que les impide unirse.

Paralelamente, los próximos serán cuatro años en los que deberán emerger nuevos liderazgos nacionales, a la derecha (Mauricio Macri) o dentro del peronismo (Daniel Scioli o el gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey) que dificultarán la construcción de los liderazgo exclusivos de Cristina Kirchner y de Hermes Binner.


Jueves, 20 de octubre de 2011

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