Desde julio de 2010 CAMMESA le aplica a la DPEC sanciones por los altos niveles de pérdidas de energía. Casi dos años atrás la multa fue de $1,2 millones y la de abril de 2012 es de $9,5 millones. Corrientes solo opera el 1,5% de la electricidad del país, pero sus multas por pérdidas de energía representan el 20% de todas las sanciones que se aplican en la Argentina. Las perdidas se dan en la energía consumida y no facturada, ejemplo concreto el del Ministro Vaz Torres quien tenía una conección directa, sin medidor.
En casi dos años, las multas económicas que la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA) le aplica a la Dirección Provincial de Energía de Corrientes (DPEC) aumentaron un 533,3%; a causa de los altos niveles de pérdidas (técnicas y no técnicas) de electricidad y por los sucesivos incumplimientos de los convenios por parte de la empresa estatal local.
Para tener una magnitud del déficit operativo y administrativo de la DPEC, se puede comparar que en en marzo de 2012 CAMMESA aplico (por estos mismos conceptos) unos $30 millones en sanciones a las distribuidoras eléctricas provinciales de toda la Argentina.
Ese mes la multa para la DPEC fue de $6 millones, lo que representa el 20% del total de las sanciones de todo el país. Sin embargo, la energía que Corrientes opera apenas alcanza al 1,5% de toda la electricidad de la Argentina.
Desde julio de 2010 que CAMMESA le aplica sanciones económicas a la DPEC por los altos índices, siempre en ascenso, de pérdidas de energía. Una de esas primeras sanciones fue de $1,2 millones mensuales aproximadamente.
A partir de allí -y la medida que las pérdidas fueron subiendo y que la empresa estatal de energía correntina fue incumpliendo con los acuerdos federales de eficiencia y uso racional de la electricidad- las multas fueron subiendo.
De acuerdo a informes de CAMMESA, y a las facturaciones mensuales por la compra en barra de electricidad que la DPEC recibe de la compañía mayorista; en febrero de 2012 la sanción económica alcanzó los $5 millones, en marzo de este año subió a los $6,5 millones; y la última que la empresa estatal correntina deberá pagar por el mes de abril es de $9.5 millones aproximadamente (ver representación gráfica).
Se denomina “Pérdidas de Energía” a la diferencia entre la electricidad comprada al mayorista (CAMMESA) y la realmente electricidad suministrada (revendida) a los usuarios comunes. Todas las redes eléctricas del país y mundo tienen “pérdidas técnicas” por calentamientos y otros efectos físicos normales; pero existe otra
clase llamada “Pérdidas No Técnicas” que representan el hurto o fraude de la electricidad, o simplemente la deficiencia administrativa interna de la DPEC. Esta última clase es de pérdida es energía consumida por alguien, que no se registra y no se cobra por ella.
Son por estas “Pérdidas No Técnicas” que la DPEC recibe la mayor cantidad de sanciones económicas por parte de CAMMESA. Es más, la misma empresa estatal provincial de energía le propuso a la Secretaría de Energía de la Nación en junio de 2008 “Planes de Disminución de Pérdidas en Exceso”.
También se comprometió en desplegar acciones para lograr la “Determinación y Reducción de Pérdidas en Exceso”, a través de la “Normalización de Conexiones” y “Operativos Antifraude”.
Propuestas que la misma DPEC viene incumpliendo sistemáticamente a lo largo de estos años, a sabiendas que el incumplimiento de estos planes y compromisos acarrearían multas económicas para la empresa.
La cuestión es que la actualmente la DPEC (por inoperancia, ineficiencia o adrede) está dilapidando la electricidad que toma y se paga del Sistema Interconectado Nacional, para su distribución en Corrientes.
Y las “Pérdidas de Energía” de la DPEC son castigadas con “recargos en el precio” por parte de CAMMESA, porque ese derroche injustificado de electricidad constituye una “infracción” al marco regulatorio nacional vigente en materia energética.
Cayeron un 74,5% las actas de fraude
Otro registro del déficit operativo y administrativo de la Dirección Provincial de Energía de Corrientes es la considerable disminución de las acciones de “Normalización de Conexiones” y “Operativos Antifraude” que quedan plasmadas en actas oficiales. Entre el 2006 y el 2011 cayeron de 18.206 a solamente 4.634, lo que representa una
baja del 74,5% en cinco años.
En 2006 fueron labradas 18.206 actas; en 2007 cayeron a 1.3434; en el 2008 disminución drásticamente a solo 2.504; en el año 2009 subieron un poco a 5.411; en el 2010 se mantuvieron en las mismas cantidades, 5.407 actas; y el 2011 cerró con el registro de 4.634 (ver representación gráfica).
Paradójicamente el 13 de julio de 2010, “Día de la Energía”, el actual interventor de la DPEC Vicente Parissi puso en funcionamiento el nuevo sistema informático de la empresa denominado “SAP”.
Aunque entre los empleados administrativos y operarios del organismo siempre fue “vox populi” que flamante sistema estaba incompleto porque no tenía el Módulo de Fraude, y que no se podrían hacer débitos a los usuarios cuando se les constatara energía suministrada y no registrada.
Si bien estas causas no son las únicas, existe una suma de factores que concurren para que la DPEC reciba estas multas por su deficiencia; recargos que vienen siendo pagadas por todos los usuarios que cumplen en abonar sus facturas mensualmente.
El último verano, como en los años anteriores, el servicio eléctrico provincial fue tan malo que provocó calamidades en gran parte de la sociedad. La pésima calidad del servicio tuvo características rayanas al “estrago” penal cuando alteraron drásticamente la vida de la población por los cortes prolongados que alcanzaron dos y tres días.
A la situación lo llamaron “emergencia eléctrica”, que es lo que pasa cuando se combinan varios factores y surge el castigo de un fenómeno inesperado.
Pero considerando las explicaciones y justificaciones oficiales (limitaciones económicas, años de desinversión en el sistema, etc.) se puede determinar que el deterioro de este servicio público esencial no es producto de un “fenómeno inesperado”.
Si no más bien es “consecuencia” lógica, aunque evitable, de la ineficiencia administrativa, impericia, omisiones y actos insuficientes de quienes administran la DPEC. Actitudes que, están demostradas, están profundizando el deterioro económico/financiero de la empresa estatal de energía de Corrientes.
Lunes, 16 de abril de 2012