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Opinión
Un tiro por la culata.
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Miércoles, 19 de junio de 2013

Paso de los Libres (19-6-13): Al intendente Vischi no le gustan las mediciones que está leyendo, sabe que el Frente para la Victoria está cerca suyo en la intención de voto y también que es inexorable que se siga acercando a medida que corra la campaña, lo comprueba ante cada encuesta que le acercan. Y no le gusta.
Por Gabriel Link
Foto: Ediles radicales y el Intendente Vischi, una sonrisa que anoche se borró


Peteco sabe que no puede ser candidato, y también sabe que si lo habilitan ilegalmente desde la justicia eso le demandará un costo político extra. Al pueblo no le gusta que lo engañen, y el pueblo también sabe que él no puede presentarse, a esta altura el libreño ya tiene claro que ni la constitución ni la carta orgánica le permiten la re-re, y también sabe que si lo logra, será con trampa.

Ese costo extra, en plena competencia, significa votos en contra, que se sumarán a los que pierda por el desgaste de gobernar en campaña, recibiendo críticas todos los días por cada cosa que haga mal, que no será poco, por cierto. Desgaste que nunca recibe la oposición pues no gobierna, y el que no gobierna no tiene en qué cosa equivocarse.

Por lo tanto Vischi, que no es tonto, comienza a ver un escenario que no le es propicio, uno en el que Hantouche le empareja el electorado, y que en el caso de no conseguir la habilitación para su re-re, cualquiera de los que lo secundan perdería por escándalo contra un Frente para la Victoria que tiene tres meses por delante para solidificar su fórmula. Por eso salió al ruedo, por eso decidió tomar la iniciativa en todos los temas que se presenten.

Un gran pescado

Peteco sabía el sábado que si mandaba a Bromatología a intentar clausurar el camión de Pescado para Todos surgirían dos problemas, por un lado no podría hacerlo porque los camiones se mueven habilitados por el ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, y con permisos muy cortos del SENASA (7 días), justamente para que la mercadería no corra riesgos; y por otro lado porque no le serviría exponer trabas, frente a las miles de personas que se agolparon durante todo el día para comprar buen pescado a precios realmente populares.

Entonces decidió no mandar a Gauto para evitarse problemas, pero se había quedado con la sangre en el ojo, necesitaba generar un escándalo para intentar impedir que se cumpla lo anunciado por Hantouche, que es que el camión regresará a Libres cada 60 días para abastecer de pescado, a la mitad del precio local, a toda la población de Libres.

Y vaya si generó escándalo, el lunes a las 18:00 el director de Bromatología en persona se presentó en el domicilio particular del candidato del FPV, con la idea de “inspeccionar el camión”, un camión que a esas horas ya estaba en Mar del Plata recargando stock para volver a salir al país. Como el camión no estaba Gauto decidió labrarle un acta a Beto Hantouche, llegando incluso al ridículo de tildar un casillero que declaraba que la higiene era “regular”. ¿La higiene de Beto?, ¿la de su taller?, ¿la de su casa?, vaya uno a saber la higiene de que cosa cuestionó Gauto en una “inspección” realizada a un camión que no estaba.

Detrás de un gran pescado siempre hay una gran pescada

Pero las cosas no se detuvieron allí, al llegar al concejo, los ediles kirchneristas notaron que el ambiente, de este martes, no era el habitual, había gran cantidad de “público”, basado principalmente, en chicos de la juventud radical, conducidos por el afable José Irenéo Cendoya (a) “Tacuara”, que cámara en mano se aprestaba a guardar recuerdos gráficos de lo que, ellos esperaban, fuera una “paliza” por parte de sus concejalas (las que hablan) hacia la oposición, si hasta el secretario de Gobierno caminaba por los pasillos del concejo, como cuando se tratan los balances o el presupuesto municipal. Hasta “colocaron” en platea a dos periodistas híper oficialistas para que presenciaran la “carnicería” que se produciría en el recinto, para, al día siguiente, poder relatarla en los medios oficiales.

El concejo estaba lleno de gente, el circo montado para que comenzara el show, por fin aparecieron en escena los actores y las actrices, y comenzó la función. Llegado el momento la concejal Susana Espinoza tomó la palabra para “responsabilizar” a Hantouche por la venta de pescado “sin controles bromatológicos”, puesto que “el municipio no estaba enterado de la llegada del camión”.

Todo bien, todo muy lindo, todo listo para las fotos de “Tacuara” y los aplausos de los jóvenes radicales, todo bajo la atenta mirada de Sincovez, quien desde las sombras seguía el desarrollo de la sesión, cuando de repente… algo inesperado surgió desde el otro bloque, luego de las acusaciones de Espinoza llegaron las réplicas, y con las réplicas llegó también la racionalidad para tapar todas y cada una de las estupideces dichas por la “docta” concejala. Las caras de los radicales comenzaron a ponerse serias ante cada una de las respuestas del atlántico, que, dicen, estuvo en “su noche”.

Las réplicas del kirchnerista estuvieron basadas en tres tópicos concretos, que dejaron al oficialismo tal cual estaban el día que vinieron al mundo, metáfora esta que el lector permitirá y compartirá si entiende a lo que el cronista se refiere.

a) Gobiernan ustedes, y quienes tienen que mandar los controles son ustedes.

b) Si no se enteraron de la llegada del camión fue porque ustedes retiraron el control de la balanza que funcionó toda la vida en el acceso a la ciudad, es ahí donde la municipalidad se notificaba de la llegada de camiones con comestibles y donde se hacían los controles bromatológicos. Si aun estuviera dicho control el camión de “Pescado para Todos” hubiera sido inspeccionado, como cualquier otro camión, para verificar si cumplía con todos los requisitos sanitarios. Con lo cual, de las declaraciones de “desconocimiento” expresadas por Espinoza se desprende que TODOS los camiones con alimentos que llegan a Libres se florean por la ciudad sin control sanitario alguno.

c) Como no se animaron a controlar el camión el sábado no tuvieron mejor idea que mandar una inspección dos días después, y a un taller de televisores, “resulta que ahora yo vendo pescado” gritó Hantouche repentinamente, (salida ante la cual hasta la “insurrecta” juventud radical cacareó de risa).

Así las cosas, la sesión que tenía destino predeterminado por el intendente, para que los radicales salieran sonrientes y los kirchneristas furiosos, terminó a la inversa, con un Frente para la Victoria que salió victorioso (de un debate que ni siquiera buscó), hasta para los ojos de los jóvenes petequistas.

Algo que en el barrio se llama “Un tiro por la culata”.

Nota de Redacción: Mientras se efectuaba el debate, los ediles radicales recibían órdenes por mensajes de texto, presumiblemente del Secretario de Gobierno, José Sincovez. A tal efecto el Presidente del Concejo, Julio Cazarré, podría habilitar que sea el propio alfil de Vischi quien lleve adelante los debates.


Miércoles, 19 de junio de 2013

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