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Política
La estrategia del radicalismo en Libres es proponer para la presidencia del Concejo a un oficialista
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Sábado, 2 de diciembre de 2017

Paso de los Libres (2-12-17): A pocos días para que se vaya la gestión radical de este municipio y asuma Martín Ascúa del PJ, la transición se realiza en medio de infinidad de versiones de uno y otro sector, aunque hasta el momento son solo eso versiones, o falta de ellas, lo que si es una realidad es la intención del radicalismo y aliados de hacerle la vida lo más difícil posible al nuevo gobierno. La estrategia urdida por Eduardo Vischi es similar a la que el radicalismo implementó en la Cámara de Diputados quedándose con todos los cargos, aunque en Libres la misma es similar en su intencionalidad pero tiene sus variantes. El Concejo Deliberante quedó conformado con 7 ediles de ECO y 6 de lo que será el oficialismo y la orden de Corrientes es que se elija presidente del cuerpo a alguien del oficialismo con la finalidad de complicarle todas las votaciones.
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Al quedar el Concejo con mayoría simple de la oposición de ECO, 7 ediles, contra 6 del oficialismo (3 Peronista, 1 Frente Renovador, 1 Partido del Victoria y 1 Liberal) las votaciones en que se necesite solo mayoría simple, si el presidente del cuerpo es de ECO, las tendría que desempatar la presidencia con el costo político que ello acarrea, en cambio si la presidencia recae en alguien del oficialismo, ya no sería necesario el desempate y el radicalismo ganaría sin problemas todas las votaciones. Con respecto a esta situación cabe recordar que los propios concejales radicales anunciaron que realizarán un estricto control al ejecutivo, lo que en criollo significa ni más ni menos que pondrán todos los palos en la rueda posibles para complicar la gestión de Ascúa.

En este sentido a los pocos días de culminada la elección del 8 de octubre en las que salió vencedor el candidato peronista, que se enfrentó no solo al candidato radical, José Sincovez, sino también al del Partido de la Victoria, Roberto Hantouche, por una decisión del candidato a gobernador Camau Espínola, en la cual “Beto” salió tercero pero aportando votos para Camau gobernador, a partir de ese momento la intención del radicalismo fue la de buscar “esmerilar” al próximo gobierno por orden directa de Eduardo Vischi (quien en realidad fue el gran perdedor) buscando la forma de condicionar el funcionamiento comunal y ello se podría hacer en primera instancia, luego viene la instalación de la mentada intendencia paralela con el apoyo provincial que ya está en proceso, dejando sin poder de fuego al oficialismo en el concejo y para ello deberían poner de presidente a un oficialista para no tener inconvenientes en las votaciones; hecho por cierto contrario a lo que implementó Vischi en sus intendencias anteriores como en la cámara de diputados de “quedarse con todos los cargos”, si bien en Libres perdió la intendencia en el concejo tiene una mayoría en la cual si logra colocar a un edil del oficialismo en la presidencia generaría el mismo efecto que tuvo durante los 12 años de radicalismo en Libres, imponer el peso de los votos solamente.

En este sentido a quien el radicalismo habría elegido es al concejal del Partido de la Victoria Roberto “Beto” Hantouche, quien ya habría recibido la oferta y se encontraría estudiando la misma, cuando si se hablara de ser coherente con las ideas el rechazo debería haber sido de plano sin ningún tipo de estudio, si bien tener la presidencia del cuerpo legislativo tiene su importancia la misma sirve si se tiene mayoría de ediles propios, lo que no es el caso actual y de aceptar dicha nominación a quienes únicamente beneficiaría es a las intenciones del radicalismo de buscar por todos los medios de sacar a Ascúa antes de los dos años para llamar a una nueva elección. Si bien el análisis tiene tintes maquiavélicos es en el esquema que se maneja “Peteco” quien sigue con la herida expuesta de haber perdido en su ciudad a la cual consideraba como de su propiedad. Se espera y hasta con cierta certeza que “Beto” Hantouche sea coherente con lo que pregonó durante años y que le valió el respeto y consideración de una parte de la sociedad que lo apoyó para que vaya contra todo lo que significó el despojo de 12 años del radicalismo y no para apoyarlo, aunque sea indirectamente. Por otro lado el radicalismo apostaría a que prevalezca en Hantouche algún cierto tipo de ego personal por sobre las convicciones y acepte la propuesta de dirigir el cuerpo legislativo.

Cabe recordar que Beto Hantouche ya fue Presidente del Concejo en el año 2006 y tuvo un buen desempeño, aunque en las actuales circunstancias solamente posibilitaría las intenciones del radicalismo de condicionar a un gobierno que viene a tratar de enmendar todo lo que sucedió en los últimos 12 años y que casualmente el propio Beto coincide. Además fue candidato a Intendente por el Frente para la Victoria en el 2013, y formó parte del bloque de dicho frente y trabajó en forma conjunta con los ediles peronistas hasta el día de hoy, hechos estos que llevan a pensar que la idea del radicalismo naufragará ante las convicciones.

El dilema se dilucidará dentro de pocos días cuando comience el “Tiempo de Tincho” y que la Esperanza se renueve, esperanza ésta que el propio Beto también apoya y que seguramente no defraudará a quienes tienen confianza en él.
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