EEUU (5-6-25): La relación entre Elon Musk y Donald Trump pasó de la colaboración a la confrontación. El empresario sudafricano, exdirector del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), criticó abiertamente el nuevo plan fiscal del presidente, calificándolo de "aberración repugnante" y denunciando que nunca se le mostró el proyecto antes de su rápida aprobación en el Congreso. Trump respondió expresando su decepción y sugiriendo retirar subsidios y contratos gubernamentales de Musk, lo cual agravó la tensión.
El empresario criticó duramente el plan fiscal de Trump, quien respondió con amenazas y acusaciones, marcando una ruptura en su relación.
La disputa escaló cuando Musk acusó a Trump de estar involucrado en el caso Jeffrey Epstein, afirmando que su nombre figura en documentos no divulgados del caso. Además, Musk resaltó su papel clave en el triunfo electoral de Trump, mientras denunciaba la eliminación de incentivos fiscales para vehículos eléctricos, manteniéndose los subsidios al petróleo y el gas.
Musk criticó el manejo del gasto gubernamental por parte de la administración Trump y defendió al DOGE, afirmando que se ha convertido en un chivo expiatorio injusto para los recortes presupuestarios federales. El empresario expresó su decepción por un proyecto de ley de gasto recientemente aprobado, disputando su caracterización como "grande" y "hermoso", y enfatizando que socava los objetivos fiscales del DOGE.
La ruptura entre Musk y Trump refleja tensiones más amplias dentro del Partido Republicano y plantea interrogantes sobre el futuro de las políticas tecnológicas y fiscales en Estados Unidos. Ambos líderes, que alguna vez compartieron una visión común, ahora se encuentran en lados opuestos de un debate que podría tener implicaciones significativas para la política y la economía del país.
Jueves, 5 de junio de 2025