Bs. As. (4-7-25): Se abandonaron las plantas compresoras para duplicar la capacidad del gasoducto de Vaca Muerta y se paralizó la continuidad de la traza. La gestión de Javier Milei detuvo en su totalidad las obras públicas al asumir, entre ellas las plantas compresoras del Gasoducto Néstor Kirchner, esenciales para duplicar la capacidad de transporte desde Vaca Muerta.
También se interrumpió la segunda etapa del gasoducto, destinada a cruzar la Provincia de Santa Fe, así como la reversión del Gasoducto Norte, una obra clave para abastecer regiones del país.
El impacto fue inmediato: aunque la producción está en niveles récord y hay reservas para 30 años, la falta de infraestructura obligó a importar gas licuado al triple del precio local, generando una sangría de divisas.
Más preocupante aún, obras con un 80 % de avance, como plantas en Tratayén y Salliqueló, quedaron a medio terminar. Al abandonar estos proyectos, el Estado se expone a un gasto de más de USD 500 millones para garantizar el suministro este invierno.
Un llamado de atención llegó desde el propio sector: la Cámara Argentina de la Construcción advirtió que entre 3500 y 4000 obras quedaron en suspenso, provocando la pérdida de más de 100000 empleos.
En paralelo, el ministro bonaerense Gabriel Katopodis vinculó directamente la escasez energética con la falta de inversión estatal, advirtiendo en Mar del Plata que “la falta de inversión en infraestructura no es gratis y lo estamos sufriendo”.
Las consecuencias se reflejan en cortes de suministro, suspensión de clases y cierre de instituciones públicas en ciudades como Mar del Plata, donde el Comité de Crisis provincial debió tomar medidas ante el colapso energético.
Viernes, 4 de julio de 2025