Bs. As. (8-12-25): La Agencia I+D+i dio de baja los proyectos ya adjudicados y cerró los nuevos. El próximo año, Argentina será el único país de América Latina que no invierte en avances científicos. Cuando una situación atroz se presenta en reiteradas ocasiones, cada vez tiende a generar un menor impacto. Desde que Javier Milei asumió la Presidencia de la Nación en diciembre de 2023, la comunidad científica advirtió -más de una vez- la desidia a la que se enfrentaba el sector. Organizaron marchas, manifestaciones, feria de investigadores y alzaron la voz en cada oportunidad en la que el Poder Ejecutivo daba otro paso en pos de desmantelar la ciencia del país. Ahora, la Agencia I+D+i, que depende de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología, anuló las convocatorias a proyectos de investigación PICT 2022 - que ya estaban adjudicados- y cerró definitivamente la convocatoria 2023.
Es decir, el próximo año, Argentina será el único país de América Latina que no invierte en ciencia, según explicaron desde la Red de Autoridades de Institutos de Ciencia y Tecnología (Raicyt).
“El jueves 4 de diciembre de 2025 quedará tristemente en la historia como una fecha clave para el desmantelamiento del sistema científico de la Argentina”, anunciaron desde la organización que agrupa a más de 400 directivos de organismos científicos-tecnológicos con el objetivo de articular medidas para frenar lo que ellos denominan como un “cientificidio”.
El próximo miércoles, la comunidad científica se concentrará en el Polo Científico de Palermo para rechazar y denunciar los nuevos recortes.
La Agencia I+D+i, desde que se creó en 1996, financió las actividades del sistema con convocatorias para que los investigadores reciban fondos para llevar adelante sus investigaciones. Anteriormente dependía del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Desde 2023, el Ministerio desapareció y la agencia pasó a depender de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología, bajo la órbita de Darío Genua. El cambio de gestión trajo consigo el desmantelamiento de la Agencia I+D+i, según cuentan desde Raicyt. La principal herramienta del organismo era la financiación de los Proyectos de Investigación Científico/Tecnológicos (PICTs). Cada año se convocaban a los PICTs y se financiaban aproximadamente 1500 proyectos. Desde la asunción del gobierno de Milei esta línea de financiamiento desapareció.
Para los PICTs, las diferentes entidades científicas debían presentar sus proyectos -que abarcaban todas las áreas del conocimiento-, para luego ser evaluados por la Agencia I+D+i que, en caso de aprobarlos, los ejecutaría aproximadamente dos años después. En 2024, aquellos proyectos aprobados por el Directorio de la agencia en el 2022 no se ejecutaron, cuando ya había cerca de 800 adjudicados. La convocatoria del 2023 -a ejecutarse en 2025- fue prorrogada en 7 ocasiones y ahora, con el anuncio del 4 de diciembre, definitivamente desapareció del mapa. En 2024 y 2025 no hubo nuevas convocatorias.
La Vicedecana de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA e investigadora del Conicet, Valeria Levy, explica a Página 12 cómo se trasladan estas políticas a la práctica. “Para el caso de nuestra facultad, con esta decisión se elimina la financiación de 109 proyectos científicos que habían sido seleccionados en concursos abiertos y transparentes. De cualquier forma, la inmensa mayoría de los investigadores ya se encontraba sin financiación por la paralización de la Agencia I+D+i”, cuenta Levy.
Además de esa primera línea de financiamiento -los PICTs-, también existían otras como los programas Construir Ciencia y Equipar Ciencia, que desaparecieron junto con el Ministerio. “La palabra para definir esta gestión es nefasto. No hay diálogo alguno, no hay posibilidad de conversar, no hay posibilidad de nada. De hecho, hay un maltrato explícito hacia todo el sector”, afirma a este diario Jorge Geffner, miembro de la coordinación de Raicyt, doctor en Bioquímica con especialización en inmunología e investigador superior del Conicet.
La situación para la investigación científica es crítica e inédita. Según un informe del grupo EPC, creado por la anterior gestión del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, que publica informes mensuales sobre la inversión en el sector, la función Ciencia y Tecnología (CyT) representará este año un mínimo histórico en relación con el PBI (0,164 por ciento), tras haber pasado del 0,3 por ciento en 2023 -cuando asumió Javier Milei- al 0,212 en 2024, su primer año de gestión. En limpio, el deterioro de la inversión en el sector en apenas dos años es del 45,3 por ciento, superando el ajuste realizado durante la gestión de Mauricio Macri, que fue del 35,3. Además, la situación es comparable con una de las peores de la historia del país. En 2002, posterior a la crisis del 2001, la Función CyT representaba un 0,177 por ciento del PBI.
Esta no es una situación aislada. Un gran número de científicos -muchos de ellos, pertenecientes al Conicet- se desempeñan como docentes en universidades nacionales, que no están incluidas dentro del presupuesto de Ciencia y Tecnología, sino que corresponden a la Función Educación del Presupuesto de la Administración Pública Nacional (APN). “La alta calidad académica en facultades como la nuestra está dada justamente por tener docentes-investigadores enseñando, transmitiendo conocimiento científico de gran nivel y actualidad. Sin sueldo y sin fondos es muy difícil trabajar y eso está produciendo un éxodo masivo de científicos-docentes“, explica Levy.
En consonancia con el discurso que intentan imponer desde el oficialismo, que asegura que si una actividad es útil, el sector privado se encargará de explotarla, desde la Agencia I+D+i, anunciaron una convocatoria diferente este año. En primer lugar, la cantidad de vacantes es mínima, por lo que el 90 por ciento de los grupos de investigación va a carecer de financiamiento. Por otro lado, la convocatoria estipula que para que un proyecto pueda ser financiado debe tener convenios con empresas privadas. “No estaría mal si el proyecto abarcara al conjunto de las investigaciones o si se complementaran con otros programas. Pero, planteado así, significa que la Agencia deja de existir. Salvo para unos pocos grupitos que logren algunos proyectos de investigación con empresas”, explica Geffner.
Además, la convocatoria apunta a proyectos que se trasladen rápidamente a la obtención de productos -lo que se conoce como ciencia aplicada-, dejando de lado la inversión en ciencia básica. “Con esta decisión, el gobierno destruye el proceso complejo y virtuoso del desarrollo científico y tecnológico, que implica una total vinculación entre la ciencia básica y la aplicada en las distintas áreas de conocimiento”, sostienen desde Raicyt y explican que la ciencia básica es fundamental para cualquier logro científico. “Así como no es posible obtener un título universitario sin haber transitado por la escuela primaria y secundaria, el camino científico es largo y requiere pasos”, aseguran.
En el marco de los PICTs, la agencia financiaba becas de investigación, que están desapareciendo desde el cambio de gobierno. En el 2023, había cerca de 1.300 becas, ahora se redujeron a 600, que terminarán su vigencia en poco más de un año. Los proyectos impulsados por la agencia a cargo de su presidenta, Natalia Avendaño, y los directores Luis Gomez de Liguori y Verónica Vaccalluzzo, no contemplan el otorgamiento de nuevas becas.
Como si fuera poco, la crisis y el desguace se traslada también al poder adquisitivo de los investigadores. El deterioro de los salarios del sector científico en su totalidad promedia entre un 30 y 40 por ciento, desde diciembre de 2023. “Este gobierno y los responsables de esta política pasarán a la historia como los artífices del cientificidio, interrumpiendo una de las mejores tradiciones de nuestro país y orgullo nacional”, aseguraron desde Raicyt y convocaron a la comunidad a involucrarse y defender el desarrollo científico: “Está en nosotros sostener y luchar por una Ciencia Argentina de calidad, que genere desarrollo, inclusión y que nos permita imaginar un mejor futuro posible”, cerraron.
Informe: Thiago Buglione
Lunes, 8 de diciembre de 2025