Bs. As. (6-7-25): El ex ministro de Salud de la Nación, Adolfo Rubinstein, lanzó una dura advertencia sobre el deterioro del sistema sanitario argentino, al que definió como "en crisis estructural y al borde del colapso". En diálogo con medios nacionales, señaló que la reciente reforma del régimen de residencias médicas es apenas "un parche que profundiza la precarización" y ejemplifica la falta de políticas de fondo. "El Gobierno se está sacando de encima responsabilidades. Les transfiere la carga a las instituciones y a los propios profesionales, con propuestas engañosas que debilitan aún más la base del sistema", sostuvo.
Un ex ministro alertó sobre el deterioro del sistema sanitario. La reforma laboral propuesta por el gobierno nacional no ayuda, explicó
El disparador de esta nueva polémica fue la decisión del Ministerio de Salud de modificar el régimen laboral de los médicos residentes, eliminando el aporte patronal a la seguridad social y entregando ese dinero como un incremento directo en el salario. Rubinstein advirtió que "no es un aumento real", ya que implica perder derechos previsionales y de salud. Además, quienes se adhieran al nuevo esquema no podrán volver al sistema anterior. "Es una forma solapada de degradar aún más las condiciones laborales de los profesionales, en un momento donde ya están fuertemente golpeadas", explicó.
En ese contexto, el conflicto desatado en el Hospital Garrahan, uno de los centros pediátricos de mayor prestigio en el país, se convirtió en el epicentro visible de una tensión más profunda. Residentes y trabajadores se manifestaron en rechazo al nuevo régimen, denunciando que lejos de mejorar su situación, los expone aún más a la inestabilidad laboral. "Si estalla el Garrahan, que es un faro del sistema público, ¿qué queda para el resto de los hospitales del país?", se preguntó el ex ministro. Para él, el caso simboliza el colapso silencioso de un modelo sanitario que ya no logra sostenerse.
Rubinstein remarcó que la crisis atraviesa tanto al sector público como al privado, con una caída sostenida en la cantidad de médicos que eligen especialidades críticas como terapia intensiva, neonatología, clínica médica o anestesiología. "Estas áreas están desapareciendo en Argentina. Hay un éxodo de médicos jóvenes hacia países vecinos como Uruguay o Chile, o incluso a Europa. Y eso responde a una combinación de malas condiciones de trabajo, sueldos bajos y falta de incentivos para formarse en los campos donde más se los necesita", señaló.
Otro punto clave que el ex ministro destacó es la ineficiencia del gasto sanitario. A pesar de que el país destina más del 10% del PBI a salud -incluso más que a educación-, los resultados no acompañan. "La mayor parte del aumento del gasto va destinado a medicamentos de alto costo. Eso achica cada vez más el margen para salarios, infraestructura, insumos o recursos humanos. Así, el sistema se vuelve inviable", alertó. Y agregó que ya se ven las consecuencias: turnos demorados, servicios saturados, falta de médicos y condiciones indignas de atención.
"La residencia no es una etapa de pasantía. Es trabajo real, en condiciones reales. La atención diaria de miles de pacientes depende de ellos. Y si seguimos cargando todo sobre los hombros de los residentes, sin darles garantías ni futuro, el sistema no va a resistir mucho más", advirtió Rubinstein. Para él, lo que está ocurriendo no es nuevo, pero sí más urgente: "El sistema ya muestra señales claras de agotamiento. O se cambia el rumbo con decisiones profundas, o vamos camino a un colapso total".
Domingo, 6 de julio de 2025