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Cristian Núñez permitió que Boca Unidos obtenga un premio excesivo
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Domingo, 4 de diciembre de 2011

En el minuto 90, después de ser ampliamente superado, apareció el goleador chaqueño para que Boca Unidos se quede con el partido ante River Plate por 1 a 0. El equipo “Millonario” dominó el trámite del encuentro y contó con innumerables situaciones de gol, pero falló en la definición y lo pagó caro.



Los jugadores de Boca Unidos, encabezados por Gastón Sessa, le ofrendan el triunfo a los simpatizantes correntinos.
Para explicar el triunfo de Boca Unidos sobre River Plate por 1 a 0, habrá que recurrir a algunos de los axiomas utilizados en el fútbol. “Los goles no se hacen, se merecen” o si prefiere, el también trillado, “los goles que no se hacen en un arco, se sufren en el otro”, esas frases resumen lo que pasó ayer en cancha de Huracán Corrientes.

El gol que anotó Cristian Núñez, a los 90 minutos, sirvió para el festejo del equipo correntino, pero de ninguna manera puede borrar lo que sucedió durante el resto del encuentro. River Plate fue un claro dominador con jugadores de gran categoría que desnivelaron cuando se lo propusieron, como los casos del volante Carlos Sánchez o los delanteros Fernando Cavenaghi y Alejandro Domínguez. La visita cometió un pecado capital: no definió las situaciones que creó en el arco de un gran Gastón Sessa.

La enorme expectativa que se generó en toda la región por la presencia de uno de los equipos más grandes del país, ahora jugando en el Nacional B, pareció que pesó al equipo local que no tuvo respuestas para jugarle en igualdad de condiciones.

Solamente 10 minutos, los primeros, fueron equilibrados, con dos equipos que apostaron al ataque con buen trato de balón, circulación y pases en profundidad. Después, todo fue de River, menos el gol.

Las piedras que arrojaron a Chichizola desde la parcialidad correntina hicieron que se pare el partido y allí se dio un quiebre en el juego. Los conducidos por Matías Almeyda se hicieron dueños de la mitad de la cancha con el trabajo de Cirigliano para cortar y distribuir, y las subidas de un imparable Sánchez, que le ganó toda la tarde la espalda a Fredich.

La superpoblada mitad de la cancha que propusieron Marini y Medero, no dio los resultados esperados porque los volantes no cortaron los circuitos ofensivos del rival y, sin la pelota, lógicamente tampoco pudo generar fútbol.

Con este panorama, River se fue adelantando en el campo de juego siempre buscando la banda derecha donde Sánchez le ganó la pulseada a Fredrich y De Muner no llegó para cerrar. De esta manera, el volante siempre desbordó y sus centros trajeron zozobra para la defensa boquense.

La superioridad visitante también se notó cuando la pelota pasó por los pies de Alejandro “Chori” Domínguez, quien contó con muchos espacios que le permitieron desnivelar cada vez que encaró a los defensores muy estáticos para la habilidad del volante.

Así se fueron dando las situaciones de gol que una a una fueron desperdiciando Ocampos, Cavenaghi y Domínguez, primero por falta de puntería y segundo por la notable actuación del “Gato” Sessa, que respondió correctamente cada vez que lo tocó intervenir.

Durante el entretiempo se especuló con algunas variantes de nombres o táctica en Boca Unidos para intentar frenar el dominio de River, sin embargo, esto no sucedió y el vendaval “Millonario” siguió con rumbo al arco bo-quense.

Al minuto de juego, se vio una acción que sería el presagio de lo que sucedería durante todo el segundo tiempo. Boca Unidos intentó jugar con la ley de la posición adelantada, quedó enganchado Visconti y River dejó pasar otra situación clara de gol.

El partido de fútbol se convirtió en uno de frontón. Boca Unidos no pudo tener la pelota en su poder y sus jugadores debieron sacrificarse para frenar a sus pares de River, que parecían multiplicarse porque aparecían solos por todos lados.

La figura de Sessa siguió creciendo, comenzó a construir un muro en su arco, para que Boca Unidos se amarre al 0, y cuando no estaba el arquero aparecía algún defensor para despejar el peligro esperando que transcurra el cronómetro. Sobre el final, el “Gato” tuvo una tapada que valió casi lo mis-mo que el gol de Núñez.

A los 43 minutos, después de un rebote en el travesaño, tras un remate de Sánchez (no hubo respuestas para frenarlo), Cavenaghi cabeceó desde el borde del área chica provocando una notable respuesta de Sessa.

Boca Unidos, que no se había aproximado al arco rival, tuvo un tiro libre a su favor en el cierre del partido, 10 metros en el campo de River. El centro lo realizó González, salió mal Chichizola que chocó con Maidana y Moisés, y la pelota le quedó picando al goleador que no perdonó.

Así Boca Unidos se dio gusto de superar a un grande, es cierto que no mereció quedarse con los tres puntos, pero la historia recordará que en Corrientes, un 3 de diciembre de 2011, le ganó a River Plate.
Fernando Barreto


Domingo, 4 de diciembre de 2011

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