Por Gabriel Link
En Paso de los Libres hay poca agua, y de mala calidad, la energía se corta casi todos los días y cuando no se corta las variaciones en la tensión son insostenibles para cualquier aparato de mediano requerimiento. Ambos problemas son viejos y sin embargo pasan los años y el radicalismo gobernante, lejos de solucionarlos, promueve, con su inacción, la profundización permanente de ambos. El intendente, que hizo aprobar -ilegalmente- una desopilante ordenanza que promueve un Parque Industrial (¿?), no habla públicamente de ninguno de los dos problemas, y muy pocos medios se lo reclaman (entre los que tienen acceso a él ninguno). Alguien tiene la culpa de que la luz sea insuficiente y el agua sea mala, los periodistas más “prestigiosos” se lo preguntan a sí mismos “sin poder hallar” respuestas cabales en tanto que no interpelan al responsable político, que es a quien deben cuestionar, y saludan con abrazos y pomposos agradecimientos “por el tiempo dispensado” al gerente de la empresa distribuidora de agua en lugar de refutar sus excusas. ¿Será Dios el culpable?.

El atlántico concejal Roberto Hantouche lo resumió perfectamente en su (¿excesivamente?) “democrática” radio el lunes por la tarde, cuando en el envío híper oficialista “Zona Liberada”, golpeó la mesa asegurando: “…Acá el que manda es el intendente, y es él quien debe responder ante las deficiencias, reclamando formalmente en Dpec y Aguas de Corrientes…”.Y no caben dudas de que eso es lo que establece el orden de responsabilidades del municipio, es así y la cosa no amerita segundas interpretaciones, por más que aquí el intendente se haga el estúpido, algún concejal oficialista se arrogue responsabilidades que no le corresponden, y los periodistas del “staff oficial” jueguen al oficio mudo.

Como “respuesta” a los reclamos de Hantouche, lejos de entrevistar a su amigo intendente, “Zona” sacó al aire a (su también amigo) Pablo Langus, gerente comercial de la empresa Aguas de Corrientes, para que éste nos contara lo bien que funciona el servicio y lo inviable de las esperadas perforaciones que hace solo un año eran, no solamente viables, sino una promesa dada en “off” por las autoridades de la empresa.

Que se entienda, el intendente es Eduardo Vischi, lo es porque él quiso serlo y porque la sociedad libreña le redobló la confianza hace solo dos años, 7 de cada 10 libreños cerraron los ojos a los evidentes negocios turbios y pusieron sobre el “Principito” la responsabilidad de gobernar, algo que en la práctica jamás ocurre cuando las papas queman. El “cártel” de Colombi se “cierra” automáticamente cuando las cosas funcionan mal y la falta de pericia radical queda al desnudo, las principales ciudades correntinas -gobernadas por la UCR- compran silencio y los “periodistas independientes” se los venden gustosos.

Y entonces se da la paradoja de que nadie sabe de quién es la responsabilidad ante las increíblemente profundas deficiencias en ambos servicios públicos (superan todo lo visto), deficiencia que se da en casi toda la provincia, los intendentes no son apuntados por la prensa masiva y el gobernador tampoco. Apenas de soslayo reciben algunas críticas la empresa distribuidora de agua y el interventor de turno de la empresa provincial de energía, como si el gobernador no pudiera rescindir el contrato de la empresa, o como si no pudiera remover al interventor. Claro que esas tibias bravuconadas se desvanecen cuando los periodistas establecen comunicaciones con los criticados, una prueba cabal de lo dicho quedó al desnudo ayer, cuando Chiappa y Olegui despidieron a Langus con sendos “abrazos” y “agradecimientos”por el tiempo dispensado, luego de una tibia entrevista, en la que permitieron que el funcionario dijera todo lo que quería decir, quitándose de encima cualquier responsabilidad por los problemas con el vital insumo.

La comunicación de la problemática de la energía y el agua en toda la provincia se parece al juego del “Gran Bonete”, desde la política nadie se hace cargo de las tremendas deficiencias, que les cuestan dinero y salud al millón de correntinos, y desde el blando periodismo corporativo nadie acusa seriamente a nadie y por lo tanto nadie resuelve nada y pasan los años mientras los problemas se agravan.

Hace pocas semanas, Vischi, le ordenó al monigote que puso al frente del concejo que apruebe -ilegalmente- con mayoría simple una desopilante ordenanza que promueve un PARQUE INDUSTRIAL, es decir, una norma que esconde tras de sí jugosos negociados personales (basados en el agujero negro que representará la creación de un fondo fiduciario y la gestión mixta entre “privados” y el estado provincial) y no la intención de cooptación de industrias, pues no hay fabricas que puedan operar sin agua o con 160/170 volt. Y a pesar de que la población no sale de su asombro por el colapso de los dos servicios públicos más importantes, el intendente no habla públicamente de ninguno de los dos problemas, y muy pocos medios se lo reclaman.

Es decir, en medio de una profunda crisis con los dos insumos más necesarios para el bienestar general, para variar, el gobierno no cumple con su rol, y el periodismo correntino tampoco!

No tenemos agua potable y en lugar de perforar y extraerla del acuífero más grande del mundo y distribuir agua de una pureza insuperable nos dicen que la culpa la tiene el río Uruguay porque está bajo, y que es por eso que tenemos que tomar 33% de agua, 33% de mierda y 33% de lavandina.

No tenemos luz porque la demanda supera a la calidad (no a la cantidad) de la oferta y en lugar de invertir en cableados y transformadores nos dicen que es por culpa del extremo calor y la sobreventa de acondicionadores de aire.

Es decir… tendremos que esperar a que el rio no vuelva a bajar, y a que no haga más calor para no tener problemas con el agua y con la luz, para que todo sea como antes de que llegaran los radicales, cuando el río no bajaba y por aquí hacía frio en enero… ¿lo recuerdan?.

El río bajo…
El calor…
Evidentemente la culpa… la tiene Dios!


Jueves, 12 de enero de 2012