El día de hoy en los titulares de muchos portales digitales, que son en realidad los que marcan la agenda del día, tomó protagonismo la huelga de hambre que transciende en la Unidad Penitenciaria de San Cayetano, hasta casi antes del mediodía cuando Castells con los ocupas dieron la noticia de la tarde. Dos puntos debemos destacar en este acontecimiento: el primero, el abandono en las cárceles en cuando a la infraestructura edilicia, las condiciones cotidianas de los presos y su alimentación; y el segundo, es el trabajo que se viene realizando desde la gestión actual para evacuar estos problemas.

No acostumbrados a la prevención, emergen inconvenientes en distintos sectores, ámbitos y planos sociales, generalmente cuando las situaciones transcienden las respuestas a corto plazo e involucran políticas compuestas y difíciles de llevar a cabo. En este sentido, y según las declaraciones de los referentes de las cárceles y los responsables en el ámbito político y judicial de tal situación, afirmaron que se desarrollaron en la actual gestión diversas obras y que la alimentación corresponde a una dieta saludable.

Seguramente habrá fallas en todos estos puntos; pero lo importante, como ya lo nombramos, es la atención del Estado en dichas instituciones, que al entender de la huelga fue el causal del emergente. La lógica corresponde mayores cuidados en los aspectos nombrados y por qué no en políticas a largo plazo, que también cuiden la reinserción de estas personas en la sociedad.

Otro parámetro para analizar, son los procesos de las causas judiciales que se llevan adelante. Pero es una realidad que los tiempos de la justicia no configuran con la pasión de los ciudadanos. De todas formas el compromiso tiene que surgir desde la justicia, sea en el tiempo que sea siempre cuidando la dignidad de la persona, para que las huelgas de hambre no sean más noticias en los medios de comunicación.


Miércoles, 29 de agosto de 2012