Más de $76.000 deberá abonar el Estado santafesino para reparar los daños causados a un hombre que, hace diez años, fue condenado y encarcelado por violaciones, robos y secuestros que nunca cometió. El verdadero autor de los delitos confesó su autoría y los abogados imputaron al servicio de administración de justicia.

La Corte Suprema provincial dejó firme el fallo que condenó al Estado santafesino a pagarle $76.500 de indemnización al joven Leandro Riboldi, quien pasó un año, dos meses y 14 días preso por error judicial. Cabe recordar que el muchacho, de 33 años de edad, fue señalado como el “violador del centro” que actuó en la ciudad de Rosario hace diez años y cometió más de 20 abusos sexuales, robos y secuestros.

Según se informó, los jueces que integran el Máximo Tribunal rechazaron por “razones formales” un planteo de la provincia para que se revisara la demanda civil concedida por defectuosa administración de justicia que le provocó daño moral y material.

Eduardo Scolara, el abogado que llevó adelante la demanda rememoró el caso que tanto estupor causa a todo ciudadano que teme ser confundido con un delincuente. En este caso, Riboldi fue encontrado parecido al identikit elaborado por los peritos en base al testimonio de las víctimas. Finalmente llegó a ser condenado por las violaciones y hasta pasó más de 14 meses en la cárcel. Mientras permanecía detenido, otro hombre identificado como Néstor Omar Fica se confesó como el verdadero “violador del centro” y fue condenado a 20 años de prisión.

Además estimó que un fallo como este “tiene una doble significación: personal para Leandro, porque andar con ese cartel por la vida no es agradable para nadie, y porque estas resoluciones atentan contra la administración de justicia en un Estado de Derecho”. Si bien explicó que no se demandó a los magistrados actuantes, sí dejó en claro que la imputación es al servicio de administración de justicia, en el que se incluye a todo el Poder Judicial.

Para el letrado representante, fueron “varios los aspectos” que convergieron para que se produzca tamaña equivocación que, seguramente, arruinó la vida de una persona de bien. En ese sentido enumeró a “la psicosis social y la demanda pública y periodística” como uno de los principales pilares que apuró la situación.

Como si permanecer encarcelado equivocadamente no fuera suficiente, Leandro debió abandonar sus estudios universitarios y recomponer la relación con su pareja que quedó muy quebrantada por los hechos, mientras que sus padres se vieron obligados a vender la vivienda familiar para pagar el servicio de los abogados.

Ahora, en Estado santafesino deberá hacerse cargo de pagar algo más de $76.500 para ayudar a que Riboldi pueda recomponer su vida. Si bien ya se presentó un recurso –que fue rechazado- para evadir la responsabilidad, aún hay posibilidades de que el caso se exponga ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Jueves, 13 de noviembre de 2008