El niño correntino que espera un trasplante de corazón recuperó la vista y disfrutó de una emotiva cena en la noche del 24. Junto a sus padres y a su hermano, mantiene la esperanza de conseguir el órgano que le permita seguir viviendo.

Renzo Salvatore Antonelli, el niño correntino que espera un trasplante de corazón, pasó la Nochebuena rodeado de su familia. Los médicos lo autorizaron a ir al comedor del Hospital Garrahan, donde compartió un festejo con otros pacientes y sus seres queridos.

Aunque su cuadro sigue siendo grave y la necesidad del órgano que le puede salvar la vida es urgente, la salud de Renzo mejora. El avance más importante fue la recuperación de la vista, luego de que sufriera un episodio isquémico.

El papá de Renzo, Haroldo Antonelli, contó ayer a El Litoral que el festejo navideño de su familia fue muy especial. “Nos dejaron llevarlo al comedor del hospital, donde hicimos una cena navideña con otros chicos que están internados. Fue muy emotivo”, aseguró.

Para él, lo más importante fue poder ver cómo Renzo está recuperando la visión. “De lejos ve perfectamente, todavía le cuesta enfocar, pero avanzó mucho y eso nos llena de felicidad.
Estuve en Corrientes resolviendo otros temas, como el cierre del año de la escuela de mi otro hijo Valentín y cuando volví y noté que Renzo veía de nuevo, me emocioné muchísimo”, contó.

Del festejo navideño de Renzo participaron sus papás, su hermano, sus abuelos y tíos. “Hace mucho no estábamos todos juntos, así que fue muy lindo”, dijo Haroldo, que al igual que el resto de su familia, está instalado en Buenos Aires para seguir de cerca la evolución de Renzo.

A través de la red social Facebook, el abuelo de Renzo, Jorge Ramos, también expresó su alegría por el emotivo momento que vivió la familia. “¡Estamos con Renzo en la cena de Noche Buenaaaa! ¡Después de 4 meses Renzo está nuevamente en familia!", escribió en su perfil.

La salud de Renzo presentó en las últimas semanas signos de mejoría, lo que mantiene esperanzados a su familia. El niño subió de peso y tiene más de 11 kilos. Además, los médicos explicaron que creció su cavidad torácica, lo que permite que existan más posibilidades de encontrar un donante compatible.

Renzo está internado desde hace varios meses en el Hospital Garrahan de Capital Federal, donde espera un donante de corazón. El niño está conectado a un corazón artificial y su salud se había deteriorado seriamente tras un episodio isquémico. Sin embargo, el niño está presentado señales de mejora que le permiten continuar su lucha por la vida.


Miércoles, 26 de diciembre de 2012