Paso de los Libres (27-1-13): Una de las obras sobre la cual basa su discurso el intendente de esta ciudad, Eduardo Vischi, es la costanera local, un bello paseo y postal de Libres, pero que sufre como toda la ciudad el abandono total. Desde hace casi dos años que se le reclama para que arregle los murallones de piedra, pero con la consabida soberbia de siempre se niega a tener en cuenta las sugerencias que se le hacen, como si hacerlo fuera un síntoma de debilidad. La negligencia y la malísima calidad de las obras, dieron finalmente la señal que nadie quería ver, la costanera libreña tiende a desmoronarse si no se hacen en forma urgente los arreglos que Peteco se niega a efectuar. Los baños públicos son un tema aparte, hace más de un año que no tienen techo y su estado es verdaderamente lamentable.
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El paredón de la costanera de Paso de los Libres está hecho totalmente de piedras, similar a la de la de Corrientes capital, pero por la falta de mantenimiento desde hace años que las grandes piedras se vienen desprendiendo, lo que lleva a que con cada creciente el agua actúe y vaya perjudicando cada vez más al murallón, el lugar en donde se encuentra la casilla de Prefectura está a punto de desmoronarse totalmente, pero a pesar de los continuos reclamos efectuados por vecinos, medios de comunicación e inclusive autoridades municipales para que se efectúen dichos arreglos, el alcalde local fiel a su estilo de no aceptar ninguna sugerencia, se encaprichó en no efectuar los arreglos y hay ya se ven las consecuencias y está a punto de ser tarde pues la costanera se encuentra de derrumbarse en diferentes lugares.

La soberbia en no aceptar sugerencias y críticas constructivas y la desidia total en el control de la calidad de las obras, no solo las de la costanera sino de toda la ciudad, llevaron a que hoy dicho paseo, orgullo del Intendente Vischi, sea una postal clara de lo que no debe hacerse. La falta de una compactación adecuada para efectuar el pavimento determinó que el mismo ya esté destruido en diferentes lugares, las veredas que dan sobre la costa se están hundiendo constituyendo un grave peligro para los cientos de libreños que acuden al lugar. Sobre el borde del paredón se colocaron a modo de protección los antiguos rieles de ferrocarril que había en el lugar, los cuales hoy, debido a la erosión del agua están a punto de caer.

Al respecto cabe destacar que lo que los libreños llamamos orgullosamente costanera es la única que debe existir en el mundo que se encuentra debajo de la línea de las crecientes y eso se debe a que el lugar no fue planeado como costanera sino que era el antiguo puerto de esta localidad.

En las fotos se ve claramente la destrucción de una de las mejores postales libreñas y que hoy solo da para que sea la muestra de esta Ciudad Grande que se encuentra en franca decadencia.
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Domingo, 27 de enero de 2013