Belén Ramos, madre de Renzo Salvatore Antonielli, el nene que necesita un trasplante de corazón para seguir viviendo, destacó la fortaleza de su hijo para sobrellevar el hecho de seguir conectado a una máquina que bombea su sangre. "Cada vez que llega un médico a ver a algún chico o a controlar a Renzo, espero la noticia de la llegada del corazón", expresó.

En diálogo con Sudamericana, la mamá de Renzo expresó que el nene “está muy bien de ánimo” y constantemente colabora con las especialistas en estimulación temprana que lo ayudan a progresar luego del accidente cerebro vascular que sufrió meses atrás. “Hoy se levantó contento, jugando, sonriendo y charlatán”, manifestó Ramos y resaltó que “está mejor”.

Explicó que “por el tiempo de adaptación, él se tomó el corazón (artificial) como propio y lo interpreta como si fuera parte de su cuerpo” y afirmó que “después del ACV nació de nuevo”. Comentó que el chico de tres años “está incorporando palabras y aprendiendo a pedir para ir al baño, entre otras cosas”.

“Estoy feliz porque mi hijo está vivo y da pelea”, manifestó Belén. Sin embargo, no dejó de recordar que esta situación “es frustrante, cansa y a veces tenés ganas de irte”. “Es inevitable pensar en que pasaría si Renzo estuviera sano”, expuso y manifestó “la impotencia de no poder hacer nada”, señalando que no tiene tiempo para llorar”.

Asimismo, destacó que “los médicos los cuidan un montón y las enfermeras lo controlan cuando duerme”, para que ella pueda bañarse o distraerse un momento. “Al principio me pregunté por qué, pero ahora viéndolo sé que nos eligió como papás porque es una pelea muy difícil y nosotros la soportamos”, manifestó. Agregó que todo el tiempo sueño con la llegada del corazón: “Cada vez que veo que llega un médico a ver a un chico o algo espero la noticia, pero cada vez que se retira me frustro y sigo esperando”, concluyó.


Miércoles, 6 de marzo de 2013