Terminó la operación de Renzo Salvatore Antonelli. El pequeño correntino de dos años recibió el trasplante al corazón que aguardaba con urgencia desde el año pasado por una enfermedad cardíaca congénita. Pese a que su papá Haroldo se mostró positivo y con un semblante sereno, los médicos del Hospital Garrahan todavía esperan conocer cómo reaccionará el organismo tras la intervención quirúrgica.

El equipo que operó al paciente no brindó un parte oficial pero, como en la mayoría de estos casos, analizarán su evolución al menos por 72 horas.

"Durante un año tendrá que hacer tratamiento", le explicó el progenitor a los medios. A su vez contó que en ese período, el nene no podrá alejarse a más de diez cuadras del nosocomio pediátrico.

Renzo estuvo conectado a un corazón artificial por unos siete meses y desde entonces figuraba en la lista de espera del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai).

LA ALEGRÍA Y LA ESPERANZA

"Renzo estaba muy contento, saltaba. Nos pusimos a saltar con él", agregó el padre sobre los minutos previos al ingreso del quirófano. A su vez relató que su hijo "se lanzó a los brazos del anestesista" apenas la vio.


Lunes, 3 de junio de 2013