Por Carlos A. Pérego
A pesar de que la noticia paso casi desapercibida, no se puede dejar pasar por alto, el exabrupto del Diputado Nacional de la UCR correntina Agustín Portela, comparando al gobierno nacional con la dictadura, “Los del Frente Para la Victoria (FPV) son tan dictadores como lo fue la Dictadura” dijo el legislador, no hacen más que marcarlo de cuerpo entero y demuestran palmariamente el desequilibrio emocional del cual es objeto y la confusión ideológica que lo coloca en la vereda de los antidemocráticos y golpistas y es una muestra clara de la línea ideológica de los legisladores radicales y los candidatos que compulsaran este 27 de octubre por una banca.
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No solo como peronista me revelan estas declaraciones, sino como correntino y libreño, puesto que es una verdadera falta de respeto hacia todos aquellos que dieron su vida para que tengamos estos 30 años de democracia y saliéramos de la oscura noche de la dictadura, que a tenor de los dichos de Portela pareciera que añora.

“Se hacen llamar ‘Nacional y Popular’ pero son tan dictadores como lo fue la Dictadura” manifestaba reforzando su verdadero despiste político ideológico, ya que igualar a este gobierno que fue junto con el Raúl Alfonsín quien dio la lucha contra los delitos de lesa humanidad, juzgaron y pusieron presos a los dictadores genocidas, es un verdadero dislate mental, similar al de Mauricio Macri cuando expresó que “este gobierno es el más autoritario de los últimos 50 años” y que mereció los más fuertes repudios.

La diferencia entre lo de Macri y Portela es que la insignificancia del legislador correntino significó que ni siquiera se le diera una mediana difusión no por los dichos en sí, sino por la inexistente presencia política del mismo, a este respecto se debe aclarar que Agustín Portela vence su mandato a fin de año, no pudo conseguir su reelección y ni siquiera tuvo el respaldo de los radicales de su pueblo, Santa Lucía, para que lo represente al frente del municipio.

El descrédito del cual es objeto el legislador ricardista y su total falta de presencia política en la provincia lo llevó en los últimos días a emprender un fuerte ataque al gobierno nacional, culminando con la delirante comparación, que no tuvo la repercusión que pretendió, para lograr algún posicionamiento o que se hable al menos de él, pasando totalmente desapercibida.

Tenerlo a Agustín Portela como Diputado Nacional por el radicalismo correntino, y escuchar al Gobernador Colombi hablar de la necesidad de tener legisladores que trabajen para Corrientes, no hace más que uno deba hacer la reflexión de que es lo que significa la idea de trabajo para Corrientes de Ricardo, ¿hacer como Portela que durante los años 2010 y 2012 no emitió una sola palabra en el recinto y que durante el actual solo dijo poco más de 1200 que es el equivalente a tan solo 3 carillas escritas, y que tuvo por ende una participación insignificante?, ¿trabajar para Corrientes es enfrentarse, hasta con estos disparates, al gobierno nacional?, realmente da pena y vergüenza ajena tener que ver esta forma de hacer política, pero que evidentemente es carne en el pensamiento conservador del gobierno provincial puesto que el perfil político del candidato a Diputado Nacional por ECO, Gustavo Valdez, es casi idéntico al de Portela, hecho que estaría marcando que Corrientes tendrá un diputado nacional que trabajará desde el silencio y la ausencia, si es que esto es posible.

Los dichos del santaluceño, Agustín Portela, comparando al gobierno nacional con la dictadura, son una afrenta y falta de respeto absoluto hacia todos los correntinos que vertieron su sangre para que tengamos esta democracia que vivimos, es menoscabar la inteligencia de millones de argentinos que piensan diferente al legislador, y la de la decena de miles que dieron su vida para que hoy Portela pueda decir lo que dice con total libertad y nadie lo haga desaparecer.

Esta es una muestra más de la intolerancia de quienes se dicen democráticos y que quieren trabajar para los correntinos, cuando justamente muchos de ellos bebieron de las mieles de la dictadura, desde la complicidad y el silencio, mientras dicha dictadura secuestraba, asesinaba, se apoderaban de los hijos de los secuestrados.

Personalmente expreso mi más profundo repudio a los dichos del legislador y a su propia persona inclusive, con el convencimiento de que mi sentimiento es similar al de cientos, de miles, de comprovincianos, concluyendo que “el peor de los gobiernos democráticos es mejor que la mejor de las dictaduras” (si es que se puede decir que alguna dictadura pueda ser mejor que algo).

Carlos A. Pérego
Director Sur Correntino


Jueves, 17 de octubre de 2013