Por Daniel Caram
Se les fue la mano, aunque no querrán admitirlo. Se les fue la mano, por más que en el medio argumenten alguna orden no dada, o cierta obsecuencia llevada al extremo. Se les fue la mano con el verde, en un acto que más que buscar un objetivo de convencimiento político causará un inesperado (para los responsables) rechazo. Por respeto profesional, la cuestión fue un hallazgo de los colegas del Norte de Corrientes, quienes fotografiaron y publicaron el obsceno ataque pseudopropagandístico contra uno de los lugares más emblemáticos de Corrientes.

Hablamos del puente Pexoa, al cuál algunos extremadamente fanatizados con el Gobierno Provincial pintaron (o ensuciaron) con el chillón verde manzana que adorna todo lo relacionado con la administración Colombi.

Lo hicieron en el fundamento irrisorio de vestir el lugar donde se realizará la tradicional bailanta chamamecera, que se transformó en una opción más dentro del amplio programa de la Fiesta Nacional del Chamamé.

Y le faltaron el respeto a la cultura, a la historia.

Porque el añoso puente guardaba sus colores que más que grises y ocres del pasado se convirtieron en escudos protectores en un presente nefasto donde cuadrillas insaciables (como las que realizaron el vil trabajo) que buscan profanar hasta los sentimientos.

O fueron los humildes operarios que entendieron mal el pedido, o tal vez los responsables sean otros, quienes deberán asumir el costo de haber golpeado hasta la médula la sensibilidad de todos.

Porque el puente Pexoa no es un puente más. Y porque no hay necesidad de ser tan chupamedias.

Ahora, lo deplorable ya pasó. ¿Habrá alguien que tendrá una pizca de sensatez para intentar remendar lo hecho?.


Viernes, 10 de enero de 2014