Por Daniel Caram
La situación de la DPEC ya es harto conocida por desmanejos, enconos, diferencias de criterio, falta de liderazgos, e inoperancia absoluta. Hasta suenan inocuos los esfuerzos personales de los trabajadores que hasta entregan la vida por un laburo que inhumano. Esta última frase no está enmarcada figurativamente: en las últimas horas un operario murió mientras reparaba un cableado en la zona rural de Goya.


La trágica noticia no hace más que darle más valía a la peligrosa denuncia que surgió en las últimas horas de este miércoles: la presencia de peligrosos tóxicos (PCB) en transformadores a reciclar en la planta del ente energético ubicada por calle Edison, en pleno barrio Camba Cuá.

El alerta, que surge de pruebas realizadas por personal especializado, deberá sumarse a un pedido urgente de intervención de algunos dirigentes gremiales, para evitar una contaminación mayor, ya que en el lugar se quema aceite usado por las máquinas, lo cuál originaría nubes tóxicas en pleno centro de la ciudad.

“En la planta de reparación de transformadores ubicada por Edison 80, atrás de Colegio Pío XI, en una muestra que tomaron en un transformador se encontró un alto porcentaje, -un 50%- de PCB. Eso nos preocupa demasiado, tenemos compañeros con cáncer y pedimos estudios y siempre se han negado, siempre tuvimos dudas” describió Leandro Meza, referente de Luz y Fuerza.

A las instalaciones locales llegó personal de la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza, quienes comprobaron dicha irregularidad, negada o al menos tapada por la conducción del ente provincial.

“Nunca tuvimos de parte de organismos competentes pruebas confirmadas de que allí no existía contaminación y ayer se terminó de comprobar, se filmó, se sacó foto, con presencia de delegados y gente que trabaja allí y dio positivo la primer muestra” manifestó Meza.

Los conocidos PCB (bifenilos policlorados) son una sustancia conocida por sus cualidades refrigerantes, no conductivas de electricidad y estabilidad, además de sus propiedades altamente cancerígenas

Los PCB, ante una explosión o un incendio, se convierten en dioxinas, un químico 5 millones de veces más tóxico que el cianuro.

Con el cambio de autoridades en el sindicato local de Luz y Fuerza, las bases esperan nuevas decisiones que terminen por garantizarles al menos un lugar laboral con el nivel de salubridad adecuada.

Se están jugando la vida. Y ahora el problema trasciende y la cuestión amenaza al resto de la población. Hay que hacer algo… ¿alguien hará algo?

Miércoles, 26 de febrero de 2014