Por Daniel Caram (24-8-15)
Otro fin de semana que culmina con un baño de sangre, tras el asesinato de una anciana por calle Estados Unidos. Los detalles, se los puede recordar abriendo cualquier capitulo policial de hoy.


Más de lo mismo en ésta Corrientes que perdió su paz desde hace tiempo, a partir de la invasión descontrolada de la droga, de la violencia despiadada, y todo en el contexto de una absoluta ineficacia policial y de seguridad con la nula presencia de políticas preventivas y/o articuladas.

El asesinato de Maxi Aquino, semanas atrás, despertó el obvio malestar de un barrio –el Aldana- donde la seguridad parece una quimera.

Los arrebatos, los robos, los ataques se convirtieron en una constante en el tradicional barrio correntino. Y el asesinato de ésta mujer, en la madrugada del domingo, pasó a pocas cuadras… como un designio del destino.

¿Puede una cuestión geográfica tener un nexo concreto con la inseguridad, y a partir de esto poder establecer políticas para evitarla?. Claro que sí, los famosos mapas de la inseguridad implican eso: saber donde está más definido el delito, y a partir de esa apreciación definida actuar.

En Corrientes parece que la cantidad es lo más importante. Entonces se siguen desparramando policías, camionetas y motos a destajo, sin percibir siquiera un lazo vinculante entre los casos.

Durante la semana, atendiendo la demanda del Aldana y zonas aledañas, la Municipalidad colocó nuevas cámaras de seguridad. El viernes, en esa zona, entraron a robar un domicilio donde funciona también un estudio jurídico. Todo… en la misma zona.

La Municipalidad tiene, para combatir la inseguridad, un sofisticado sistema de control instalado en plaza Vera, inaugurado en la gestión anterior y reforzado en ésta, que tiene todos los elementos necesarios para establecer parámetros definidos en materia de prevención. ¿Y la Policía?... no participa, no puede… o no quiere.

¿Se puede explicar que una Policía Provincial no tenga participación coordinada en un sistema de vigilancia que está instalado en toda la ciudad?. Es absolutamente inaudito.

Celos políticos, enconos personales, o lo que podría ser mucho peor: la ineficacia para poner en marcha planes en conjunto con otros estamentos del estado, más allá que sean de otro signo político.

Parece menor, a esta altura, dar nombres. Porque en definitiva es lo que menos interesa. Lo particularmente notable –y reprochable- es que la Policía no utilice un sistema que funciona y se necesita.

Hay pruebas: durante la semana se dieron dos hechos (arrebatos) en el centro que fueron captados por las cámaras y que originó el inmediato accionar de agentes de la Policía e inspectores de tránsito.

De poder se puede. Habrá que tener un poco de buena voluntad para parar ésta ola de violencia que nos está matando.

Lunes, 24 de agosto de 2015