Corrientes (19-5-17): El puente sobre el Ibirucuá estaba sobre la Ruta Nacional 12, Ruta del Mercosur y del Corredor Bioceánico. La Ruta Provincial 5 es la alternativa paralela a cualquier desvío eventual. Hay tramos que quedaron intransitables para el paso de camiones, por la falta de obras en 16 años.

Cualquier transportista que quiera enviar sus productos a través del norte de Corrientes, tiene que evaluar las pérdidas que significan más de 300 kilómetros demás que deben hacer sus camiones para trasponerla de este a Oeste y viceversa.

El desvío único posible, en la medida en que resistan las alcantarillas a su paso, es la Ruta Nacional 118, que une Saladas con el cruce de Loreto. Un trayecto que no estaba en los planes de la economía regional e internacional.

Pero lo peor, es que hace más de dos meses el puente colapsado hoy, acusó el impacto de la correntada de un arroyo transformado en riacho. Solo piedras y algunos sostenes inconsistentes rellenaron lo que la fuerza del agua acumulada por las lluvias se llevó por delante.

Si al menos se hubiese invertido en estos meses con mucho más material, como rocas de grandes dimensiones, esto no habría ocurrrido.

Pero sí ocurrió y el paso alternativo sería conveniente por el viejo camino a San Miguel, totalmente pavimentado, y en varios sectores deteriorado. Tal el caso del tramo San Miguel - Caa catí.

Pero la desidia de casi veinte años pudo más. y el tránisto pesado está vedado de transitar por su pavimento. Solo lo pueden hacer con riesgos el tránsito liviano.

No hay Plan Belgrano que aguante. Hace aguas antes de ser aplicado. Ya lo hizo antes de nacer, cuando se prometieron muchas obras, pero ninguna se ha concretado en casi dos años de gobierno macrista.

Signo de la lentitud, desidia y falta de honestidad de ambos gobiernos, que no quieren reconocer que al caérseles los puentes, se aíslan de la población que aún espera, y quiere confiar, pero ya no puede.

Viernes, 19 de mayo de 2017