Corrientes ya tiene una medalla olímpica de Bronce en Beijing
La escultora argentina Gloria Achucarro obtuvo una medalla de bronce por su escultura Tiempo y Ser, seleccionada entre tres mil trabajos del mundo que se postularon para el concurso olímpico de esculturas Beijing 2008, que se celebra en esa ciudad china adonde en agosto comenzarán los Juegos Olímpicos.
Un nuevo galardón para las artes plásticas en el país acaba de ser sumado por la escultora correntina Gloria Achucarro. La artista, oriunda de Paso de los Libres, fue distinguida por la organización del evento por su trabajo Tiempo y Ser.
La escultura premiada fue además parte de la muestra olímpica itinerante, conformada por 290 trabajos, que recorrió más de 30 ciudades del mundo y ex sedes olímpicas, tales como Londres, Roma, Tokio, Los Angeles y Sydney.
De este modo, la exposición buscó transmitir los mismos valores que promueven los juegos olímpicos, como paz, amistad, competencia, armonía y superación.
El proceso de selección de esculturas tuvo distintas etapas: en agosto de 2006 se registraron casi 3.000 trabajos, de los cuales se eligieron 290 que recorrieron el mundo entre 2007 y 2008.
Quienes visitaban la muestra podían depositar su voto en las urnas ubicadas junto a cada escultura. En la última instancia un grupo de jueces internacionales premió a las 29 mejores esculturas del mundo, y le otorgó la medalla olímpica de bronce a Achucarro.
A través de la obra Ser y Tiempo, la artista simboliza la rueda del tiempo, la unión, el equilibrio y la polaridad entre oriente y occidente, entre lo masculino y lo femenino, entre la fortaleza del hombre y la delicadeza de la mujer.
La escultura comunica el entendimiento y la fraternidad entre los diferentes países del mundo que participan en las olimpíadas.
Caminos y búsquedas
Achucarro nació en Paso de los Libres, Corrientes. Luego de estudiar diseño gráfico en Buenos Aires, comenzó su carrera de escultora, primero como autodidacta y después bajo la enseñanza del maestro Ponciano Cárdenas.
Su obra es testimonio que ha hecho una inconmovible elección estilística cuyos parámetros formales se relacionan con las mejores tradiciones del arte ‘figurativo´ del pasado.
Al respecto, el investigador y crítico Fernando Guibert, en un texto fechado en 2002 en Londres, señala: “Cuando encontramos una obra original como es el espléndido ejemplo de Gloria Achucarro entre las nuevas generaciones de artistas nos topamos con una paradoja que consiste en la elección de tomar el camino del arte como representación de la naturaleza y del cuerpo humano. Esto precisamente constituye un acto innovador y en mi opinión también un acto de honestidad. Una elección basada en los principios indestructibles del difícil trabajo cotidiano que demanda el modelo y un grado de disciplina que se ve en los resultados de sus esculturas y dibujos”.
Pese a su juventud, y de acuerdo a su producción, Gloria Achucarro revela una notable madurez artística, que exige además una capacidad singular para traducir en palabras su pasión, vitalidad y energía afinadas por su sensible conocimiento de la forma humana.
A su modo, transmite con convicción su personal certidumbre de lo ideal perdurable y deja —tal como lo mensuró el jurado de la convocatoria que acaba de distinguirla en China con este galardón mundial-- su emotivo testimonio de un inagotable amor por la vida.
Lunes, 21 de julio de 2008