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Sexualidad
Bajo deseo sexual
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Sábado, 11 de diciembre de 2010

Lo primero es diferenciar el bajo impulso sexual de la falta de deseo, ya que el deseo no tienen que ver con las ganas, es decir, es posible tener deseo de mantener relaciones sexuales pero no tener ganas.

Esto sucede sobre todo en parejas que se encuentran con dos o tres hijos en la infancia y que también trabajan fuera. Aunque deseen tener sexo no tienen "fuerzas", lo que reduce las ocasiones.

En cuanto a la falta de deseo suele darse, sobre todo, a partir de la treintena, con los cambios de etapas vitales y coincide con la etapa del embarazo, la maternidad, la crianza, los cambios físicos y la menopausia.

Suele estar muy relacionado con cambios hormonales pero también influyen la depresión, el cansancio, el estrés, los cambios físicos, los problemas en la pareja...

Dos etapas en las que suelen darse casi por motivos muy parecidos son el puerperio o periodo tras el embarazo y en la menopausia. En ambos casos se produce una disminución de los andrógenos, hormona que tiene mucho que ver con el deseo sexual.

La menor cantidad de hormonas también influye en una inhibición de las secreciones vaginales que provocan sequedad vaginal, sensibilidad e irritación. Como aliado contra este síntoma se encuentran los lubricantes vaginales.

También en estas dos etapas se suele producir un cambio físico que hacen que no se sientan demasiado atractivas lo que repercute negativamente en sus relaciones de pareja. Todo ello puede suponer un bajo estado de ánimo y de autoestima que, en ocasiones, se traduce en depresión.

En el caso del posparto, además, la mujer puede sentirse estresada hasta que se adapta a la nueva situación familiar y profesional, situación que se complica si además tiene más hijos a los que atender. Después de tener un bebé la pareja también puede sufrir una falta de intimidad (casi siempre los bebés duermen en la habitación de los padres) que dificulta las relaciones sexuales.

Todas estas situaciones son normales, los problemas llegan cuando pasado cierto tiempo y la pareja no retoma sus relaciones sexuales con normalidad. Entonces es aconsejable que recurran a un especialista que les asesore con el fin de que este problema, de fácil solución, no interfiera en la pareja.


Sábado, 11 de diciembre de 2010

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